El STEI ha acusado este jueves a la Conselleria d'Educació de «discriminar» al profesorado de materias lingüísticas y ha considerado que se está intentando generar docentes «de primera y de segunda categoría».
En un comunicado, el sindicato ha explicado que, en la mesa técnica de este jueves, la Conselleria ha propuesto «jerarquizar los docentes según su titulación, de forma que los aspirantes no filólogos siempre estén por detrás a la hora de elegir plaza de estas especialidades, aunque tengan una experiencia docente contrastada en la enseñanza pública, en algunos casos de más de un curso escolar».
Esta categorización del profesorado que pretende la Conselleria, dice el sindicato, no está basada en ningún criterio pedagógico y supone que muchos profesores que habían ejercido la docencia en una determinada función hasta el curso pasado, «de repente dejen de poder ejercer esta función».
En cualquier caso, creen que una clasificación de este tipo se opone a los principios de igualdad, capacidad y mérito que tendrían que regir la provisión de plazas en la enseñanza pública. «Esta nueva propuesta lo único que hace es dar más motivos para seguir con todos los contenciosos ya interpuestos por el sindicato en este sentido», apunta el STEI.
Por otro lado, el sindicato señala que siempre ha defendido que los profesores de lenguas no tenían que ser tratados de manera diferente a cualquier otro profesor. «Si hasta el curso pasado, 12 meses eran experiencia suficiente para poder optar a ejercer la docencia de cualquier función, ¿por qué el caso de las materias lingüísticas se quiere tratar de manera diferente? ¿Qué razón hay para pedir más meses de experiencia? ¿Qué motiva este agravio comparativo? ¿Es la enseñanza de lenguas una materia más importando que por eso necesita más requisitos?», se preguntan.
El STEI señala que la Conselleria defiende que los 27 meses que se exigen en la última convocatoria de interinos para la docencia de materias lingüísticas responde a unos criterios de calidad. Mientras ue en la convocatoria extraordinaria de inglés del mes de noviembre, que reduce a tres meses el requisito de experiencia docente previa, reconoce que la contratación de los nuevos aspirantes no supone una mengua de la calidad educativa, «contradiciendo lo que la Conselleria ha defendido los últimos meses. Una vez más, demuestra una falta evidente de criterios pedagógicos y laborales, así como una falta absoluta de previsión del actual equipo de gobierno en la gestión, que ha generado este caos».
Finalmente, el sindicato considera que la propuesta del Govern ha sido «muy apresurada y poco meditada, porque supone problemas técnicos de implantación».
Así, ven imposible que, con el actual sistema telemático de provisión de plazas, se «discrimine» al profesorado de un mismo cuerpo.