El Govern ‘congela' hasta 2018 la aplicación de varios artículos de la Ley Agraria, la Ley del Turismo y la Ley del Suelo. Podemos y los partidos del Govern llegaron este viernes a un principio de acuerdo sobre el decreto-ley de medidas urgentes que aprobará el martes el Ejecutivo.
El texto establece que hasta el 30 de diciembre de 2017 «no serán aplicables» los artículos más polémicos de estas leyes. Otros artículos serán modificados directamente.
Queda en suspenso la posibilidad de legalizar las viviendas construidas en suelo rústico sin permiso (la amnistía urbanística), además de las parcelaciones ilegales. También se dejan sin efecto disposiciones de la ‘ley Company' que posibilitaban la construcción de urbanizaciones en zonas naturales aunque no se dispusiera de todos los servicios.
El decreto ley modifica la matriz de suelo rústico de las Directrices de Ordenación del Territorio. Se endurecen las condiciones para construir en este tipo de suelo y en Eivissa se prohíbe la construcción en Áreas Naturales de Especial Interés. Se deja además sin efecto una disposición adicional de la Ley de Suelo Rústico del año 1997 que permite aumentar la edificabilidad de las viviendas hasta 450 metros cuadrados.
La Ley del Turismo de Carlos Delgado queda congelada o directamente modificada. No se podrán ampliar hoteles, desaparecen las dispensas recogidas en el artículo 25, no se autorizarán proyectos singulares realizados por arquitectos de renombre y no se autorizan los cambios de uso indiscriminados.
Se congela la disposición adicional 19 de la Ley de Turisme que permite grandes equipamientos en suelo rústico, como campos de golf o de polo. También deja de aplicarse la disposición adicional cuarta, relativa a los incrementos de edificabilidad en los hoteles. A partir de ahora, volverá a ser necesario disponer de interés general para instalaciones de turismo rural.
El Govern congela la aplicación de siete artículos de la Ley Agraria y modifica de forma directa otros siete.
El decreto ley entrará en vigor el mismo día en que se apruebe y después debe ser convalidado por el Parlament. Sin embargo, incorpora una disposición transitoria que ‘salva' todos los proyectos iniciados antes «en debida forma». Los únicos que no se salvarán son los que recoge la disposición adicional 19 de la Ley de Turismo.