La Infanta Cristina ha asegurado que con su marido, Iñaki Urdangarin, no hablaba sobre la empresa de la que ambos son propietarios al 50 por ciento, Aizoon, «ni sobre nada que se le relacione», al alegar que no se trataba de asuntos «que me interesara hablar con él». «Nuestros hijos eran pequeños y nos ocupábamos de ellos», ha espetado.
En su comparecencia ante el tribunal, que ha durado una hora y ha finalizado pasadas las 19.15 horas, ha señalado que no llevó a cabo ninguna función en Aizoon y que todas las decisiones las adoptaba su marido «siempre asesorado por su asesor fiscal».
Asimismo, ha manifestado que la visa que tenía a su nombre en Aizoon la custodiaba Urdangarin, tal y como él mismo ha manifestado ante el tribunal. «No recuerdo haberla utilizado, no disponía de ella y tampoco tuve la clave», ha subrayado la hermana del Rey Felipe VI quien, preguntada por su abogado Pablo Molins sobre si fue consciente de que la tarjeta fuese usada para cargar gastos personales, ha respondido tajante que no.
La acusada, quien se ha negado a responder al resto de las partes, ha señalado que tampoco recibía los extractos bancarios de la visa.
Tal y como ha manifestado, su única intervención se limitó a asistir a la notaria en 2003, cuando se constituyó Aizoon, donde el notario «debió de leer la escritura y finalmente firmé en presencia de mi marido».