El PI ha decidido abrirse a los ciudadanos, salir de la sede y apostar por una nueva relación con sus posibles votantes basada en la proximidad, en una relación muy parecida a la que plantea Podemos con sus afiliados y simpatizantes. La formación que preside Jaume Font cambia su organización interna para incorporar las asambleas abiertas a los ciudadanos a su método de funcionamiento.
Josep Melià, vicepresidente de la formación, explicó que la intención del PI es abrirse todo lo posible a la sociedad y para ello la idea es no hacer mítines, sino reuniones asamblearias a las que puedan asistir quienes lo deseen. El PI detectó la necesidad de que los partidos se acerquen a las personas y no al revés, y decidió ponerla en práctica tras las pasadas elecciones generales.
El PI mantiene la ejecutiva y el consejo general de la formación como máximos órganos de decisión, pero a esta estructura se añade ahora la constitución de una estructura territorial centrada en seis comarcas, cada una de ellas con un responsable.