La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha cerrado este lunes el seminario dedicado a las zonas rurales como clave para la cohesión económica, social y territorial de Europa avisando de la posibilidad de que aumente «euroescepticismo si la desigualdad entre ciudades y áreas rurales sigue aumentando».
El seminario, organizado en Innsbruck (Austria) por la Comisión de Recursos Naturales del Comité de las Regiones, coincidiendo con el Día de Europa, ha concluido con la necesidad de redactar un libro blanco de la ruralidad con el fin de que estas zonas vuelvan al centro de las agendas europeas.
En las conclusiones del seminario, presentadas por Armengol, se ha explicado que «el uso actual de los fondos estructurales tiende a aumentar los desequilibrios (entre áreas rurales y urbanas) a pesar del objetivo de cohesión territorial consagrado en el Tratado de Lisboa, y esta cuestión es esencial a escala europea, ya que la diferencia entre las zonas rurales y urbanas no para de aumentar».
En su intervención, Armengol ha lamentado que «a pesar de los objetivos anunciados en los planes y estrategias europeos, los responsables políticos de la UE siguen haciendo lo contrario de lo que prometen a los ciudadanos europeos».
«Si se continúa por este camino, no será extraño que el euroescepticismo crezca en las zonas rurales», ha dicho la también presidenta de la Comisión de Recursos Naturales del Comité de las Regiones.
En este sentido, la jefa del Ejecutivo autonómico ha explicado que «numerosos Estados, con el apoyo de la agenda europea, optan por reforzar sus políticas urbanas al considerar que las dinámicas económicas se basan fundamentalmente en la competitividad de los núcleos urbanos».
«Pero para salir de esta situación y alcanzar los objetivos de la Estrategia Europa 2020», ha dicho, «es imprescindible movilizar los recursos que ofrecen las zonas rurales».
«Se trata de polos de desarrollo e innovación que proponen soluciones nuevas a las que las áreas metropolitanas no pueden acceder», ha añadido.