La abogada de Manos Limpias en el caso Nóos, Virginia López Negrete, ha asegurado ante el tribunal que juzga el caso Nóos que considera que la infanta Cristina «se benefició de modo consciente» de los beneficios fiscales obtenidos a través de Aizoon, la empresa que comparte al 50 % con su marido.
En la presentación de su informe ante el tribunal que juzga el caso Nóos, la letrada que representa a la única parte que acusa a la infanta, para quien pide 8 años de prisión como cooperadora en dos presuntos delitos fiscales de su marido, Iñaki Urdangarin, ha dicho que cuando se creo Aizoon como «sociedad instrumental» y «caja común», doña Cristina «sabía y supo muy bien lo que estaba haciendo».
«Lo que había y hay detrás de Aizoon no es más que un matrimonio que abusó de una sociedad para obtener unos beneficios fiscales y modificar su régimen económico matrimonial», de separación de bienes a gananciales, ha dicho López Negrete.
La letrada del sindicato ha destacado que la hermana del Rey ya había participado en 2002 en la creación de otra sociedad familiar anterior, Namasté 97, y luego en la de Aizoon, que «creó y mantuvo en el tiempo, no haciendo nada para poder evitar la comisión delictiva que se produjo cuando, siendo copropietaria del 50 % con su marido, lo podría haber hecho», ha afirmado.
Ha recordado que la infanta declaró ante el tribunal que sabía que Aizoon se había creado para «canalizar los ingresos profesionales de su marido» y en esa utilización de la sociedad radica la acusación por presunto delito fiscal hacia Urdangarin en el IRPF de los ejercicios 2007 y 2008.
«La infanta Cristina, desde el momento en que fue copartícipe en la creación en Aizoon, sociedad ficticia, está contribuyendo con su participación en dicha sociedad simulada o mera pantalla a defraudar al fisco y además a beneficiarse de ello, ya que el dinero que recibía Aizoon no se quedaba en sus cuentas sino que disponía de él», ha asegurado.
Si bien la empresa no repartió dividendos, el matrimonio pagó de sus cuentas fiestas infantiles de sus hijos, «infinidad de comidas en restaurantes», sesiones de baile, un viaje a África y numerosos muebles, según López Negrete.
Ha recalcado que la infanta encargó unas sesiones de «coaching» y un cuadro, que fueron pagados con su tarjeta de crédito de Aizoon aunque pudo haberlos abonado «con sus fondos propios».
La abogada ha dicho no creer que la infanta no conociera la gestión de Aizoon y ha señalado que participó en las juntas informales de la empresa. Pasó de ser mera secretaria a presidirlas, firmó las actas y además realizó gestiones al firmar el contrato de autoalquiler de la vivienda como sede social, ha dicho.
Ha destacado que Aizoon no tenía plantilla y que la infanta conocía la «segunda tanda» de esos trabajadores ficticios porque eran empleados domésticos en cuya selección participó.
López Negrete ha añadido que cuando el asesor jurídico de la Casa Real José Manuel Romero intervino en marzo de 2006 para instar a Urdangarin a abandonar el Instituto Nóos, la infanta pudo consultarle entonces a propósito de su otra sociedad.
«Ella lo sabía todo», ha afirmado, y ha insistido en que «pudo haber consultado y haber disuelto Aizoon pero no lo hizo», y ha insistido en que los delitos fiscales se produjeron años después.
La letrada ha achacado a doña Cristina haber optado por la «ignorancia deliberada». Ha indicado que buscó «su propia ignorancia como una excusa para protegerse frente a posibles reclamaciones de culpabilidad» y «fue ciega voluntariamente».
López Negrete ha alabado la «cualificación reforzada» de la infanta como hija de Juan Carlos I, hermana del rey Felipe VI, licenciada en Ciencias Políticas con más de diez años de experiencia laboral, y la ha descrito como «una mujer con una riquísima preparación» algo que, en su opinión «pone en evidencia el conocimiento en todo lo que hace, todo lo que firma».
López Negrete ha dicho que no está personada en el caso Nóos por ninguna acción «espuria, alocada ni empecinada», sino por «unos hechos tozudos y una realidad documental que «han evidenciado que una persona, por el momento presuntamente, la infanta Cristina, como una ciudadana cualquiera sometida al imperio de la Ley, esté aquí sentada».
Ha señalado que no fue ella quien instó la investigación de Aizoon, sino la Audiencia de Palma y ha señalado que Manos Limpias está personado en la causa por decisión de siete magistrados.
Ha defendido su trabajo en la causa como «completamente profesional y dentro de la legalidad» y ha recordado las «situaciones pintorescas e intercambio de roles entre las partes».
La abogada ha recordado que también acusa a la esposa de Diego Torres, Ana María Tejeiro, como cooperadora porque figura como administradora en sus sociedades conjuntas y como cotitular en las cuentas en el extranjero. Pide para ella 19 años y medio de cárcel.
Acusa además al asesor Salvador Trinxet, como cooperador en el delito de blanqueo del que acusa a Torres, y pide para él 3 años de condena como «artífice, creador y mantenedor del entramado de sociedades internacionales».
Manos Limpias se ha adherido a los informes del fiscal y la Abogacía del Estado en relación a los demás hechos y acusados. El sindicato pide 26 años y medio de cárcel para Urdangarin y 22 años y medio para Torres.