Unos 200 docentes se manifestaron este jueves ante la Conselleria de Educació para pedir «que se acabe con la discriminación» de los centros concertados respecto a los públicos y para denunciar lo que consideran como un «ERE de profesores de Religión», ya que se ha reducido el mínimo de horas semanales de esta asignatura de 90 minutos a una hora.
Durante la concentración se exigió la dimisión del conseller, Martí March, por estar causando una «muerte lenta» tanto a la concertada como a la asignatura de Religión a partir de una «reducción de horas progresiva» que implica la pérdida de jornadas de trabajo.
En el caso de la educación concertada, los profesores criticaron que no vayan a cobrar el 12,5 % de la paga extra de 2012 este mes, algo que sí harán los docentes de la educación pública. También critican que las medidas que debían tomarse para paliar los efectos de la LOMCE en cuanto a la reducción de la carga lectiva no se están llevando a cabo y que se informa a los centros por separado, «dejándolos solos». «Aquí estamos juntos», afirmó Ismael Alonso, secretario general de la federación de enseñanza de USO, organizador de la movilización, quien aseguró que la políticas de la Conselleria están perjudicando a ambos colectivos.
La Conselleria, por su parte, dice que la reducción en Religión es del mínimo de horas, no del máximo. De hecho, Antoni Morante, director general de Planificació, Ordenació i Centres, explicó que la LOMCE marca un mínimo de 45 minutos en Primaria y que la Conselleria lo ha subido a la hora con los nuevos currículums.