Casi nueve meses después de que el Govern enviara a técnicos del Cofib para que mataran a tiros el medio centenar de cabras que desde hacía décadas vivía en el islote, se han producido avistamientos de un grupo de hasta cuatro ejemplares, que se han dejado ver mientras pastaban muy cerca de la base del islote, desde donde han sido fotografiadas.
«Todavía hay cuatro o cinco cabras y por lo menos un macho, son cabras que se salvaron de la matanza», asegura Bartomeu Marí, uno de los propietarios del islote de es Vedrà, los conocidos vedraners.
Asegura que desde que el Govern ordenó la masacre ellos no han trasladado ningún ejemplar hasta el islote. «Vamos algún día a verlas y a cerciorarnos de que tengan agua. Este año ha llovido mucho y tendrán suficiente comida», apunta el veterano vedraner, quien espera que no vuelvan a aparecer los ‘pistoleros' del Govern por es Vedrà «y las cabras de esta forma puedan llegar a criar».