Diez años de un deficiente sistema de financiación han provocado que el Govern haya tenido que aumentar su deuda un 379 por ciento para poder cuadrar los Presupuestos de cada año. Cuando entró en vigor el modelo, a finales de 2007, las Islas acumulaban una deuda de 1.798 millones de euros provocada básicamente por las grandes obras que puso en marcha Jaume Matas.
Diez años después, la deuda ha crecido un 379,8 por ciento y en el tercer trimestre de 2016 alcanzaba los 8.628 millones de euros, según los datos oficiales del Banco de España. La mayor parte de esa nueva deuda, que suma 6.830 millones de euros, no se ha destinado a inversiones como las de Matas, sino que ha tenido que ir a cubrir los agujeros del sistema de financiación. Baste señalar, por ejemplo, que en estos diez años la deuda ha aumentado en esos 6.830 millones de euros mientras en paralelo Balears pagaba 5.670 millones a fondos de solidaridad con otras comunidades autónomas.
La condonación
Ese es el argumento fundamental con el que trabaja la Conselleria d'Hisenda para convencer al ministro Cristóbal Montoro de que le perdone el dinero que le debe. El 60 por ciento de la deuda total de Balears, unos 5.000 millones de euros, es dinero que se debe al Ministerio de Hacienda. La consellera d'Hisenda, Catalina Cladera, ya ha pedido oficialmente al ministro no pagar esos 5.000 millones de euros en compensación por las carencias del sistema de financiación.
En esta guerra, paralela a la que se librará este año por aprobar un nuevo modelo de financiación, Balears cuenta con el apoyo de Murcia, comunidad gobernada por el PP que ha multiplicado su endeudamiento por diez.
De resultas del sistema, Balears es una de las comunidades más endeudadas en relación a sus Producto Interior Bruto (PIB)a pesar de que no es una de las que más ha incrementado su endeudamiento a los bancos. A ello ha contribuido el relativo cumplimiento del déficit de estos años, que ha ayudado a no agrandar aún más el agujero.
Otras comunidades mejor financiadas que Balears también han aumentado su deuda de manera especial durante estos años, pero partían de una situación mucho más favorable que la de Balears.
Otra consecuencia de la mala financiación de Balears se ve reflejada en sus datos del PIB. En el año 2000, Balears ocupaba la tercera posición con mejor PIB per cápita del Estado. Siete años más tarde, con un sistema de financiación deficiente, ocupaba el sexto puesto. En 2015 había bajado un puesto más y es la séptima comunidad en PIB por habitante.