El Govern entró formalmente ayer en un debate que hasta ahora había dejado en manos de los partidos políticos. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Costa, acusó al PP de «traspasar todos los límites y las líneas rojas» en su apoyo a la presidenta del Parlament, Xelo Huertas.
Fue durante la comparecencia que sigue a la reunión semanal del Consell de Govern, que se adelantó un día al ser hoy festivo en Palma.
Costa aseguró que «no podemos ocultar nuestra preocupación ante la crisis institucional más grande que hemos visto» y lanzó «una llamada a la responsabilidad del PP». Consideró que este partido «ha secuestrado y puesto en jaque a la principal institución» de Balears.
No es habitual una declaración tan directa desde el Consolat pero Costa precisó que es una situación «grave» y que «no se puede utilizar la Cámara de representación ciudadana para intereses partidistas».
La portavoz consideró que no hay dudas de que Huertas tiene que abandonar la Mesa y la presidencia de la Cámara. Dijo que «es una tránsfuga» y recordó que el Partido Popular ha firmado un pacto antitransfuguismo. En realidad, este pacto sólo afecta a las corporaciones locales.
Los representantes del PP en la Mesa del Parlament abandonaron, al igual que Huertas, la reunión que debía activar el mecanismo de relevo y no pudo tomar ningún acuerdo.
Más informes
La presidenta de la Cámara movió ayer ficha. Convocó para el lunes a la Junta de Portavoces, como habían solicitado PSIB, Més y Podemos, y anunció que la Mesa de la Cámara se reuniría el miércoles. A esa reunión irá el PP con exigencias de informes jurídicos antes de avalar el proceso de cese y relevo.
Será el segundo intento para conseguir que Huertas deje la presidencia del Parlament después de que fuera expulsada de su partido, Podemos, y del grupo parlamentario. La expulsión afecta también a la diputada Montse Seijas. Ambas, pasarán al Grupo Mixto.