Guillem Balboa se ha convertido este sábado en el primer alcalde negro de Baleares. El ecosoberanista ha tomado el relevo de la socialista Aina Munar al frente del Ayuntamiento de Alaró en virtud del acuerdo que Més y PSOE alcanzaron a comienzos de legislatura.
La sala de plenos se ha llenado con la presencia de una gran cantidad de ciudadanos que no querían perderse la toma de posesión.
Tras la investidura, Guillem Balboa se ha levantado de su silla y ha querido dar el discurso de pie con el objetivo de tener una mayor proximidad con los ciudadanos. Ha iniciado su interlocución con una estrofa de Guillem d'Efak.
Para el nuevo alcalde de Alaró su experiencia en la política, ya que viene del mundo de la comunicación, ha partido de «un pequeño grupo de gente pequeña haciendo cosas pequeñas».
Ha apuntado que el trabajo en la política se debe basar en ser capaz de «mantener la ingenuidad, de no ceder a la tentación del cinismo (...) «va de honestidad, de vocación de servicio y de cómo conseguir la alquimia que nos permita mezclar todos estos elementos con la dosis suficiente de pragmatismo para hacerlo digerible».
En la parte final de su discurso, ha recordado una anécdota de hace más de 30 años con su abuela, a la que pedía consejo. «Y recuerdo a mi abuela mirándome con ojos de condescendencia y lástima diciéndome: 'Confía y procura'. Es decir, el resumen de toda una vida de aquella mujer de afrontar circunstancias adversas, de caer y levantarse una y otra vez y de encontrarse mil y una dificultades era 'confía y procura'».
«Para mí, ¡toda una lección!. Especialmente en momentos como el actual en que la arrogancia del pesimismo y del discurso de la decepción pretende tenernos mudos, enjaulados y amedrentados. Confianza y persistencia», ha animado Balboa al concluir su alocución como alcalde de Alaró.
En ningún momento se ha referido al tema racial. Al finalizar el discurso, los presentes le han realizado una gran ovación.
Trayectoria
Nacido en Bioko -una isla del golfo de Guinea más pequeña que Mallorca- cuando la actual Guinea Ecuatorial era una colonia española, su familia se estableció en la calle del Sindicat en 1970, temiendo que el nuevo Estado reprimiera a los bubi, etnia minoritaria y originaria de Bioko. En la Mallorca de entonces, cuando el Domingo Mundial de las Misiones (Domund) era una fecha señalada en el calendario, los negros eran vistos como algo exótico al mismo tiempo que inspiraban compasión. En Palma nacieron cuatro de los cinco hermanos de Balboa: Armando, actor que lucha para que los negros no se vean abocados a hacer siempre papeles estereotipados (de inmigrante o de 'tipo duro') Robacho, también actor y director de cine la archiconocida Concha Buika, cuya voz ha cautivado a medio mundo, y Polita.
Tras pasar por Sant Felip Neri, Son Canals y La Salle, Guillem Balboa inició la carrera de Historia en la UIB. Comenzó a trabajar como becario en el departamento de Comunicación y ahora es el community manager de la Universitat.
En 2006 pasó junto a su actual esposa una noche en el Castell d'Alaró. Al día siguiente, tomando un café en un bar de la plaza del pueblo, Balboa tuvo una especie de revelación: «Yo quiero vivir aquí», exclamó, y se mudó a la semana siguiente. Está plenamente integrado entre los jóvenes, pero no tanto entre los mayores.
Como persona inquieta, ha participado activamente en varios truis.
Los que lo conocen destacan su capacidad de trabajo: «es multitareas, como el Windows, pero lo sabe llevar, es reflexivo al mismo tiempo».
Milita en Més desde que el PSM-Entesa e Iniciativa-Verds se fundieron en una sola marca. En 2015 encabezó la candidatura alaronera y superó los pronósticos más optimistas: Més hizo los mejores resultados de su historia, quedando solo tres votos por detrás del PSOE.