Los procesos de concentración bancarios habidos desde el inicio de la crisis, en 2008, y los que van a culminar a lo largo de los próximos meses, hará que Balears deje de ser la región más bancarizada, puesto que pasará de las 1.261 oficinas que había en 2008 a unas 820 a finales de este año y primer trimestre del próximo ejercicio.
La fusión por absorción de BMN-Sa Nostra por Bankia, que tendrá lugar antes de diciembre, y la compra del Popular-Es Crèdit por el Banco Santander, que se ha ultimado en la última semana, así como las decisiones estratégicas del BBVA y Sabadell provocarán un goteo de cierre de oficinas, principalmente en municipios pequeños.
Nuevas estrategias
El creciente uso de los canales digitales y remotos por parte de los clientes, por el auge de las nuevas tecnologías, ha hecho variar la apuesta expansiva que en los años previos a la crisis imperaba en Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera. Esta coyuntura convirtió a Balears en la región más bancarizada, porque era la que más había por cada 1.000 habitantes.