El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no concretó ayer a la consellera Catalina Cladera, con la que se reunió en el Ministerio, qué puntos del proyecto de Régimen Especial de Balears (REB) serán asumidas por el Gobierno central. Pero no se cerró en banda a nada e incluso, según el resumen que realizó la consellera tras la reunión, vio «con buenos ojos» la dotación de un Fondo de Insularidad vinculado a la financiación de infraestructuras.
El tono de la reunión fue cordial y, en su comparecencia ante los medios de comunicación, Cladera enfatizó el hecho de que «hay voluntad política de avanzar». Explicó que había salido con el compromiso de tener pactado «para antes de fin de año» un texto que luego se pueda discutir en el Congreso. Y añadió que el ministro Montoro les había pedido que las propuestas fueran «realistas». La consellera cree que todas las propuestas lo son.
La propuesta de Régimen Especial para Balears incluye la aprobación de un IVA propio para Balears, como el de Canarias. Eso es algo más complejo, «pero no imposible», según Cladera, ya que su autorización no depende únicamente del Gobierno de España, sino de la comunitaria. «Habrá que llamar a más puertas», resumió.
La consellera explicó que había solicitado al ministro Montoro que algunas medidas que regulará el REB se vean reflejadas ya en los Presupuestos del Estado para 2018 que prepara Hacienda. En concreto, la ampliación del 50 al 75 por ciento de la bonificación de los billetes de avión o barco para residentes que viajen entre las islas y la península. «Sería bienvenido», dijo.
Después de la reunión de ayer, se abre la ronda de las negociaciones con las secretarías de Estado para entrar en detalles de la norma. Con la de Presupuestos se definirán las compensaciones de los costes directos asociados a la insularidad en diferentes ámbitos.
Cladera subrayó la importancia de que se acuerde un fondo de inversiones públicas que anualmente recoja partidas en las cuentas del Estado para el transporte de personas y mercancías, o para el agua.
La apuesta balear es ampliar 50 al 75 por ciento las que se aplican entre las Islas y la Península.