El ex vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha destacado este jueves cómo la presidenta del Ejecutivo balear, Francina Armengol «está atacando la precariedad y el descenso de salarios».
El también ex secretario del PSOE se ha manifestado así ante los medios de comunicación en el hotel Valparaíso de Palma, antes de su conferencia titulada 'España 10 años después del inicio de la crisis'.
Así, ha censurado que «si el Estado hace menos esfuerzo, al final quien sufre son hospitales y las escuelas ya que son las comunidades las que tienen las competencias en Educación y Sanidad».
A la conferencia, han asistido unos 150 personas, entre ellas la presidenta Armengol, así como los consellers socialistas y el senador Xisco Antich, entre otros.
«No va a haber un presidente de Cataluña que viva en Bruselas»
Rubalcaba ha asegurado que «no va a haber un presidente de Cataluña que viva en Bruselas» y ha descrito a Carles Puigdemont como «un trapecista que cada día da un salto más complejo».
«Pero el circo se va a acabar (...), la normalidad se irá abriendo paso», ha vaticinado el antiguo líder socialista, que está seguro de que el próximo presidente de la Generalitat «cumplirá la Constitución y el Estatuto».
Rubalcaba ha achacado el «crescendo» en el incumplimiento de la ley por parte del antiguo presidente del Govern catalán a la «lucha por el poder» en el mundo independentista.
En este sentido, ha señalado que todos los partidos secesionistas saben que Puigdemont no será el presidente de la Generalitat, pero evitan plantearlo abiertamente porque quieren que sea el Estado el que asuma el coste de esta decisión.
«Estos mensajes que hemos conocido no vienen sino a confirmar lo que todos sabíamos», que es que «un sector importante» del independentismo no quiere realmente que el candidato propuesto sea presidente, aunque no lo haga público porque «el que quite a Puigdemont tiene que pagar el coste».
El exdirigente socialista considera que lo que queda claro de la crisis institucional es que «ya no va a haber un gobierno en Cataluña que se salte la ley», aunque para ello haya que atravesar una «fase prepolítica» de restitución del orden legal que se solventará con el nombramiento de un presidente de la Generalitat que no sea «un huido de la justicia» ni «esté en la cárcel».
Rubalcaba ha defendido la unidad del discurso de su partido respecto a Cataluña y la apuesta del PSOE para solventar un «problema de convivencia» que él ya pedía enfrentar hace 5 años, ha insistido.
«Nadie me hacía ni caso», ha subrayado en alusión a su llamamiento cuando era el líder de la oposición para que se formulara «un proyecto político para decirles a los catalanes que se van a cambiar las cosas para que vayan mejor».
No obstante, ha remarcado que la culpa de la crisis no ha sido del Gobierno del PP, sino del de la Generalitat, «que se puso la ley por montera», algo ante lo que «el Estado tiene que actuar».