«Fue un accidente. Sarah y yo íbamos muy borrachas porque llevábamos bebiendo desde las once de la mañana, pero no quise cortarle el cuello. Es mi mejor amiga». Sydney C., la soldado escocesa encarcelada por intentar degollar a una cabo de su país en una discoteca de Punta Ballena (Magaluf), insiste en que discutieron durante una noche de copas y un vaso se rompió, alcanzando a su amiga.
Sarah Anne G., la víctima, de 22 años, ha mejorado de sus lesiones y este martes salió de la UCI del hospital de Son Espases y actualmente está ingresada en planta, a la espera de que se recupere.
En su declaración ante los investigadores, la agresora, de 19 años, contó que viajaron a Mallorca acompañadas de Deborah, una amiga suya. Estaban alojadas en un hotel, en la misma habitación, y el fin de semana bebieron de forma compulsiva. «Empezamos a las once de la mañana, en el hotel, después en un bar y otra vez en la habitación. Luego fuimos a un evento con barra libre en diferentes pubs y bebimos chupitos, vodka, ginebra y otras bebidas».
La noche continuó igual que la mañana y la tarde: con una ruta etílica que acabó sobre la una de la madrugada, en un conocido bar de la calle de Punta Ballena. La agresora y Deborah no se hablaban y Sarah intervino para que hicieran las paces.
A partir de ese momento, con todas ellas muy ebrias, el asunto degeneró y la cabo y Sydney llegaron a las manos. Sarah le propinó un puñetazo en la nariz y la acusada le tiró del pelo, para acto seguido tirar un vaso contra el suelo. Fue entonces, siempre según la versión de la encarcelada, cuando el cristal se rompió y un trozo salió despedido al cuello de su amiga, provocándole un corte inciso.
Sydney añadió que lleva desde septiembre del año 2016 en el Ejército «donde cobro unas 1.400 libras al mes» y aseguró que nunca había sido detenida y que no consume drogas.