El Grupo de Ornitología Balear (GOB) ha pedido este lunes más esfuerzos al Govern para conservar y proteger las praderas de posidonia en aguas de Baleares, a raíz del año de la entrada en vigor del Decreto sobre la conservación de la Posidonia Oceánica en Baleares, publicado el 28 de julio de 2018.
La entidad ecologista subraya que el decreto es «fundamental» para abordar los impactos, riesgos y amenazas que afectan las praderas de posidonia y apuntan a una serie de factores para mejorar su conservación.
Entre otros, el GOB considera que se debe controlar la calidad de las aguas vertidas para mejorar su calidad, habilitar campos de boyas ecológicas y reforzar la vía sancionadora contra los fondeos sobre posidonia.
21,7 MILLONES DE M3 DE AGUA DE DEPURADORAS SOBRE POSIDONIA
La entidad apunta que los vertidos de aguas «insuficientemente» depuradas generan un impacto sobre las praderas de posidonia, por lo que el decreto prevé que los titulares de autorizaciones de vertidos al mar por emisarios submarinos remitan anualmente los resultados de los controles de seguimiento.
Sin embargo, el GOB se remite a datos incluidos en la revisión del Plan Hidrológico de Baleares de 2015 para señalar que hasta 75,9 millones de metros cúbicos (m3) de agua procedentes de 31 depuradoras se podrían estar vertiendo al mar. La entidad evalúa en un «mínimo» de 21,7 millones de m3 el volumen de agua procedente de depuradoras que se vierte en zonas pobladas por posidonia.
«No nos consta que la situación haya cambiado tras la aprobación del decreto, por eso pedimos a Medio Ambiente los resultados de los distintos emisarios y las medidas adoptadas para mejorar los vertidos», asegura el GOB en una nota.
«BAJÍSIMO» PORCENTAJE DE EXPEDIENTES DE INFRACCIÓN
Sobre la vigilancia de los fondeos en praderas de posidonia, prohibidas por le decreto, se cuenta con un dispositivo para informar y vigilar. El GOB apunta que en 2018 se revisaron 45.218 embarcaciones fondeadas, siendo el 11,6 por ciento de ellas desplazadas después de comprobar que fondeaban sobre posidonia.
Respecto a 2019, entre el 15 de mayo y el 20 de julio se han revisado 23.887 fondeos, de los que el 10,4 por ciento estaban sobre posidonia. «Pese a la alta cifra de fondeos comprobados sobre posidonia, sólo se iniciaron 42 expedientes sancionadores», censura el GOB, entidad que solicita «reforzar» la capacidad de la Conselleria para instruir los procedimientos sancionadores.
Asimismo, recuerdan que el decreto prevé la creación de campos de boyas ecológicas en las praderas más afectadas por los fondeos, aunque han lamentado que, «un año después» de la aprobación de la norma, los campos de boyas son los mismos que antes (7 en Baleares, dos de ellos en Mallorca).
En la misma línea, el GOB apunta que se dispone de una cartografía de distribución de las praderas de posidonia en Baleares, aunque «incompleta» y de fiabilidad «variable». Además, apuntan que el decreto contempla también la realización de un inventario de impactos, la puesta en marcha de un plan de seguimiento y la creación de un Comité de Posidonia y del Fondo Posidonia, medidas que están aún «pendientes de desarrollo».
«Las Baleares están realizando un esfuerzo muy importante en la protección de este hábitat natural de conservación prioritaria para la Unión Europea, sin duda el decreto de posidonia es una herramienta magnífica para avanzar hacia la mejora en el estado de cosnervación de las praderas», ha zanjado el GOB.