Balears recibirá desde el próximo lunes y hasta el 29 de junio un total de 10.900 alemanes dentro de la prueba piloto organizada por el Govern, con el visto bueno del Gobierno central, para probar todos los protocolos anticoronavirus en la oferta de alojamiento turística, según anunciaron ayer la presidenta del Govern, Francina Armengol, y el conseller de Turisme i Treball, Iago Negueruela, en la presentación del plan.
«Con estas pruebas Balears se convertirá en el primer destino de España que se abrirá al mercado internacional en la actual crisis. Los 10.900 turistas llegarán de forma escalonada y representan menos de un 1 % de los visitantes que se registró en junio de 2019 en las Islas. Esta cifra es perfectamente controlable», afirmó Armengol.
Podrán viajar a Balears turistas procedentes de cualquier parte de Alemania. No tendrán que pasar la cuarentena de 14 días que actualmente se aplica a otros viajeros internacionales, y podrán alojarse tanto en establecimientos turísticos como en segundas residencias. Armengol añadió que la estancia mínima en las Islas «será de cinco noches».
Control sanitario
El plan no contempla realizar tests previos en Alemania, sino que los controles sanitarios consistirán en un cuestionario de salud pública a bordo del avión y una toma de temperatura mediante cámaras termográficas a la llegada a los aeropuertos de Son Sant Joan, Maó y Eivissa.
El conseller Negueruela explicó que si en el cuestionario se detectan síntomas compatibles con la COVID-19, se realizará una entrevista clínica ‘in situ' por parte de un profesional sanitario, y si se concluye con una sospecha de coronavirus, se tomarán medidas (aislamiento, ingreso hospitalario o lo que determinen los sanitarios).
«Al aterrizar los viajeros recibirán un mensaje de texto con información sanitaria relevante, como números de contacto de emergencias y medidas a observar. También se les entregarán folletos informativos. Los turistas que deseen visitar las Islas deberán proporcionar números de contacto e informar de dónde se van a hospedar, puesto que durante la estancia se hará un seguimiento telefónico para controlar la aparición de posibles síntomas», apuntó el conseller.
Así, si un turista presenta síntomas de coronavirus durante su estancia, se activará un protocolo mediante el cual los servicios sanitarios públicos le practicarán una prueba PCR. El turista deberá esperar durante cuatro horas en su alojamiento el resultado. Si fuera positivo, sería trasladado a un alojamiento alternativo contratado por el Govern. Igualmente, se realizará un rastreo de sus contactos para descartar más casos.
El Govern será el responsable de coordinar los vuelos y suministrar los datos al Gobierno, sin superar el límite establecido de 10.900 turistas. Parte de los viajes que se realizarán son reservas «recuperadas», explicó Negueruela.
La elección de Alemania es porque es el principal mercado emisor a las Islas. Sin embargo, otro de los principales motivos para llevar a cabo la prueba piloto con este país, según Armengol, «ha sido que su situación epidemiológica es similar a la las Islas, tanto es así que el crecimiento de casos diarios en Alemania es actualmente de 0,12, y en Balears de 0,09».
Ambos reconocieron que el mayor peso específico del turismo alemán es en Mallorca, pero que se trabaja para que los viajeros lleguen también a Eivissa, Formentera y Menorca «aunque la comercialización no está en manos del Govern, sino de los touroperadores TUI, DER Touristik y Schauinsland Reisen»,
El conseller calificó ayer de «día importante» para Balears la presentación de la prueba piloto «ya que permitirá confirmar que somos un destino turístico seguro desde el punto de vista sanitario y que ha llegado el momento de recuperar el tejido económico y productivo en las Islas. El objetivo es que el flujo turístico se incremente de julio a finales de octubre».
Preguntado Negueruela sobre si los turistas saben que llegan a un destino con poca o nula oferta complementaria, añadió: «Cualquier turista es consciente de que no se encontrará la misma oferta que el año pasado en ocio nocturno y con el decreto de excesos Balears no apuesta por el turismo de alcohol».