El grupo crítico con la dirección de Vox en Baleares y que ha impugnado las elecciones internas acusó ayer a Jorge Campos de «conducta impropia» y de haber desviado cuotas de afiliación a ACTUA.
«Han actuado con supuesto fraude, cuando a los que veían a afiliarse a la sede de Palma para ser de Vox, los afiliaban a ACTUA, ya que de esta manera la cuota les revertía directamente a ellos», han relatado a este diario.
Ultima Hora adelantó ayer cuál iba a ser el fondo de la denuncia de los críticos, confirmada en un texto que iba a facilitarse en una rueda de prensa y, también, en conversaciones con Santiago Galán y Yolanda Lasa. Galán, que optaba a la presidencia de Vox, recordó que él formo parte de la candidatura a Cort que lideró Fulgencio Coll y que actualmente representa al partido como vocal del consejo de administración de la Empresa Funeraria Municipal.
«Durante un año no se han puesto en contacto con los responsables de los consejos, ni siquiera conmigo que soy el interventor de la empresa funeraria».
Próximo paso: tribunales
«La interferencia de ACTUA es letal», informó Galán, que añadió que la dirección de Vox había sido informada de lo que ocurre en las Islas y que además de impugnar el proceso electoral porque se utilizaron medios del partido y se usaron los censos de ACTUA , su crítica es el equivalente a «una clara moción de censura».
Entre las «interferencias» detalladas para justificar su impugnación (que, de momento, no ha sido atendida) indican que desde ACTUA se empezó a pedir el voto antes del inicio de la campaña; que utilizaron su estructura; que emplearon el censo para favorecerles, que dieron de baja a afiliados y luego no los sumaron a Vox.
«Jorge Campos es presidente de otra formación política que no ha sido dada de baja en el Ministerio del Interior y no podría haberse presentado», entiende Galán. En su opinión en la misma situación está Sergio Rodríguez, secretario general.
«Tenían una oportunidad para comportarse como es debido ante estas elecciones pero no ha sido así. Han hecho lo de costumbre, con sus métodos mafiosos y su cortijo», indica el grupo crítico en un texto en el que añaden que «no saben lo que es la democracia y no les importa en absoluto».
Las críticas no aluden solo a la gestión de Campos sino a «toda la dirección». También hay críticas a la ejecutiva estatal por «haberse lavado las manos» hasta ahora.
El próximo paso será –dijeron– acudir a los tribunales: «Campos y Rodríguez no pueden seguir ni un minuto más destrozando este partido».
La dirección local dice que sus cuentas están claras
La direción de Vox, que ha tratado de minimizar a sus críticos desde el primer momento, informó ayer de que las cuentas de ACTUA fueron auditadas en febrero y que no se derivó ninguna responsabilidad. Además, y a la espera de conocer al detalle la impugnación, expresaron que «parece que no saben perder».