Mientras sigue la carrera por la vacuna para la COVID-19, que todavía no tiene un horizonte claro, avanzan los métodos de diagnóstico, pronóstico y tratamiento para anticiparse a la nueva enfermedad. Un equipo del Institut d'Investigació Sanitària de Balears (IdISBa) ha elaborado un nuevo test capaz de pronosticar, en apenas diez minutos, con qué gravedad afectará esta patología a cada paciente. «Esto te permite hacer un mejor uso de los recursos sanitarios y evitar contagios y hasta muertes porque ayuda a aplicar antes tratamientos y se consigue una mejor evolución. Puedes predecir si llevar a un paciente al hospital o se puede atender en su casa», pone como ejemplo el coordinador del proyecto, Roberto de la Rica.
¿Y cómo funciona? La invención es capaz de detectar la proteína interleukina 6 (IL-6) que es la que desvela cómo evolucionará el proceso inflamatorio y hasta qué estadio de gravedad puede llegar. «Todos tenemos esta proteína por debajo de un nivel 5, para que me entiendas. Un paciente COVID severo empezará a tener más de 20 y si tiene más de 100 está muy mal. Nuestro sistema inmune fabrica la proteína cuando hay un proceso inflamatorio importante, y disponer de esta cuantificación es importante para que los médicos tomen la decisión».
Cabe recordar que el impacto del SARS-CoV-2 en el organismo, como sucede con la mayoría de las infecciones, no radica en el coronavirus en sí, sino en el efecto que éste causa en el sistema inmunológico de cada paciente. «Una respuesta exagerada puede ser perniciosa y es mejor aplicar un antiinflamatorio», explica De la Rica.
Utilizarlo no sólo será rápido, sino sencillo, «se requiere una muestra de sangre o respiratoria, que podría ser esputo, de la persona que está contagiada para poner en un papel sensible modificado con los reactivos», explica Roberto de la Rica. «Se pone una gota en un trozo de papel que es como un sensor, se deja secar y aplicamos otro trozo que contiene nanopartículas de oro que reconocen la proteína y genera un color rojo. La intensidad del color indica el nivel de la proteína y de la infección». La invención de esta prueba va acompañada con la de una aplicación móvil a través de la que se pueden conocer los resultados.
Comercialización
El test de pronóstico podría producirse por un euro y comercializase por unos diez. «Está pensado sobre todo para que se use desde Atención Primaria porque son ellos los que hacen la atención a domicilio y deben valorar si trasladar o no a un paciente al hospital».
Es más, los centros sanitarios ya disponen de otros métodos equiparables aunque no sean tan sencillos y rápidos como éste.
El prototipo del test ya está terminado y comprobado y ya han empezado los contactos con empresas comercializadoras para que llegue al mercado.
Pioneros
De momento uno de los responsables de la invención explica que en pocas semanas se podrán publicar los primeros resultados, a modo de conclusiones, en una revista científica especializada.
«Creo que somos los primeros que hemos desarrollado algo así. Me consta que en Estados Unidos trabajan un sistema más sofisticado. El nuestro es sencillo, rápido y se puede hacer con un teléfono móvil. Estoy al 99 % seguro de que somos los primeros y únicos», explica con orgullo.
«Por culpa de la COVID los sanitarios trabajan a destajo y los recursos son limitados. Los test servirían para quitarles trabajo», concluye De la Rica.
Los esfuerzos de investigación, hacia la COVID-19
Este equipo del Institut d'Investigació Sanitària de Balears (IdISBa) trabajaba a principios de año en una plan nacional para desarrollar test que detectaran bacterias o proteínas relacionadas con las infecciones o sepsis. Cuando empezó la pandemia, conocieron la necesidad de los intensivistas de Son Espases, con quienes trabajan, de tener un test de pronóstico rápido como el ideado. «Todo el equipo se concentró en sacar una prueba como ésta». Cinco meses y la colaboración del biobanco COVID y el departamento de Inmunología han bastado.