La economía balear creció por encima de la de la Unión Europea entre los años 2015 y 2019. También superó a España entre el 2016 y el 2018 para, en 2019, igualar su ritmo de crecimiento, en un 2 %. Son los datos que se desprenden de la memoria del Consell Econòmic i Social (CES) de 2019 presentados ayer y que sirven para constatar el cambio radical de tendencia que se ha experimentado en poco más de siete meses, desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Según reconoció la presidenta interina del organismo, Carmen Planas, esta memoria es útil para analizar la realidad pre-COVID de Balears, al tiempo que servirá como punto de referencia para evaluar «los efectos desastrosos que el coronavirus está teniendo ya para Baleares este año».
Planas fue clara y aseguró que cuando el año que viene por estas fechas se presente la memoria de 2020 «ofrecerá la medida global del impacto negativo que para la sociedad de las Islas tenga la pandemia en términos de bienestar». En el mismo sentido se manifestó la presidenta de la memoria, Maria Llompart, quien aseguró que «finaliza un ciclo y empieza otro» pues en 2020 «veremos grandes cambios en todos los capítulos». Los buenos datos, en líneas generales, que se desprenden del informe de 2019 y que son continuistas respecto a los años precedentes, formarán parte del pasado.
La ventaja que logró Baleares sobre el resto de comunidades en los años precedentes también desaparecerá. Como destacó Planas, los indicadores económicos de este año «confirman que los efectos de la COVID están siendo mucho más agudos en Balears que en las otras autonomías en términos económicos y, por tanto, sociales». «Ya sabemos que el impacto está siendo muy importante», advirtió Planas.
En el segundo trimestre la economía balear se hundió un 40,5 %, la mayor contracción de la historia. Las Islas son, además, la comunidad más golpeada en términos laborales, y lideran la destrucción de ocupación y el aumento de paro en comparación con 2019. El Govern estima que el Producto Interior Bruto caiga un 28 % en el conjunto del año.
El peor aspecto del escenario actual, según Planas, es la «gran incertidumbre en que nos tiene sumidos la falta de control de la pandemia, que ya de por sí es muy negativa». Ante esta situación, la presidenta interina del CES concluyó: «Tendremos que analizar la capacidad de resiliencia que tendrán nuestra economía y sociedad en los próximos años».