La Delegación del Gobierno no sancionará finalmente a un padre y a un hijo por llevar los dos juntos en coche a su perro al veterinario en medio del confinamiento. Una resolución de la institución acepta las alegaciones formuladas por los dos sancionados y considera que sí se trató de un desplazamiento justificado. Ambos se enfrentaban al pago de sendas multas por valor de 1.500 euros por ir dos personas en el coche en un desplazamiento que se consideró por la policía como no autorizado.
Adrián García y su padre llevaron a su perra Mica, de 13 años, a una clínica veterinaria porque sospechaban que tenía un daño cardiaco. El animal no se podía mover y pesaba 35 kilogramos, por lo que decidieron ir los dos para poder trasladarla hasta el veterinario. Era el 17 de abril. La policía les dio el alto: dos en un coche no se podía en ese momento y Delegación del Gobierno inició el expediente sancionador. Se les consideraba autores de una infracción grave y se proponía una multa de 1.500 euros a cada uno.
Contra esa propuesta de sanción, el padre y el hijo interpusieron un escrito de alegaciones, defendidos por el abogado David Barón. Alegaban que se trataba de una emergencia. La Delegación acordó pedir un informe a su propia área de Agricultura y Pesca para que uno de sus veterinarios valorara el historial clínico de la mascota.
Ese dictamen ha sido determinante para eliminar la sanción: «Un animal de ese peso y sin tener movilidad adecuada es difícil que sea manejado por una sola persona, teniendo gran dificultad al cargarlo y descargarlo del coche, por lo que considero justificada la decisión, por parte de los dueños, de realizar el transporte entre dos personas».
Así, se acepta la existencia de una causa de fuerza mayor o situación de necesidad que justificaba el traslado de dos personas en el coche al mismo tiempo durante el estado de alarma.