Un total de 1.621 kilómetros, en línea recta, son los que separan la localidad belga de Puurs, donde se encuentra la planta de la farmacéutica Pfizer, y Palma; y es la distancia que recorrerán en las próximas semanas las 120.000 dosis de la vacuna contra el coronavirus hasta llegar a Baleares para el inicio de la campaña de vacunación contra la COVID-19
Antes de que comiencen estos vuelos directos, que serán semanales, Mallorca recibirá a primera hora del domingo una primera cantidad de dosis procedentes de Guadalajara, donde se centraliza el sábado un primer suministro simbólico de la vacuna COVID-19. Será allí donde se vacune a la primera persona en España este 27 de diciembre.
Los contenedores con las dosis de Pfizer ya han salido hacia Castilla-La Mancha en un viaje por carretera y desde allí, donde la multinacional dispone de un almacén, la propia Pfizer ha organizado todo un programa de distribución que permitirá a todas las comunidades autónomas disponer de una cantidad de vacunas el domingo. En los primeros meses de 2021, se espera la llegada al país de un total de 20 millones de dosis, al tiempo que el Gobierno trabaja en acuerdos con otras empresas fabricantes como Moderna.
Una vez las dosis aterricen en Mallorca, los primeros en vacunarse en Baleares será los usuarios de la residencia Sant Miquel-Oms, en Palma. El domingo por la tarde se administrarán las primeras dosis. Las vacunas de Ibiza y Menorca se enviarán desde Palma ya el lunes, por lo que está previsto que la vacunació comience el martes.
España recibirá en las próximas doce semanas un total de 4,5 millones de vacunas; cada lunes, según avanzó este miércoles el ministro de Sanidad, Salvador Illa, las comunidades se repartirán un total de 350.000 dosis que se inyectarán a los mayores de las residencias, población de riesgo prioritaria, y el personal sanitario y sociosanitario que trabaja en ellas.
Un trayecto de máxima seguridad
Las vacunas de Pfizer contra el coronavirus harán trayectos diferentes para llegar a España desde Puurs, una pequeña ciudad de Amberes de tradición agrícola. Algunas viajarán por tierra, en camiones, y otras volarán en vuelos comerciales, según ha explicado la propia empresa. Se ha hablado mucho en los últimos meses de las necesidades especiales de conservación, a menos de sesenta grados, y de cómo se han ido adquiriendo ultracongeladores para recibirlas con la máxima seguridad.
Baleares se ha preparado para la llegada del esperado antídoto contra la COVID-19 y cuenta con un millón de jeringuillas almacenadas y treinta congeladores (15 de ellos especiales) para conservar las dosis, y que han sido instalados en los centros sanitarios.
El Ministerio de Sanidad ha pedido, no obstante, a las comunidades autónomas que no revelen información sobre los movimientos y el almacenaje de la vacuna por cuestiones de seguridad. Tanto es así que este reto logístico ha precisado de todo un plan de seguridad y, según ha publicado El País, ha intervenido también el CNI.
La previsión es que el transporte sea aéreo. De hecho, la compañía Air Europa ofrece aviones que garantizan la plena conservación y mantenimiento del producto en tránsito, como requiere la farmacéutica.
A su llegada a las Islas las cajas serán guardadas en los quince ultracongeladores de dos tamaños (nueve grandes con una capacidad de 828 litros y seis pequeños con una capacidad de 578 litros) de los hospitales públicos de Baleares y a los centros de salud de Manacor, Inca, Son Pisà y Molinar.
A sólo tres días de la llegada de la vacuna, Baleares sigue en una situación epidemiológica extrema con picos diarios de contagios y un aumento rápido de las hospitalizaciones, especialmente en Mallorca. Tras las primeras vacunaciones, el próximo lunes el Govern anunciará si endurece las medidas de la fase 4 en la Isla, donde se espera que los casos sigan al alza tras entrar en 2021.