Habla con pasión sobre el encargo histórico que asume con su equipo. Consuelo Méndez, responsable de la vacunación contra el coronavirus en Atención Primaria, cree que la coordinación y la eficiencia serán la clave del éxito.
¿Cómo es la organización entre el personal de Primaria?
—En Son Pisà es donde se almacenan todas las vacunas en los ultracongeladores y de ahí se distribuyen al resto de los hospitales. Es el centro neurálgico donde una farmacéutica revisa que todo está en orden. La vacunación se programa por semanas en función de las dosis que tenemos. Enviamos los listados de consentimiento a los centros de salud para que puedan registrar la información clínica y les distribuimos las neveras con todos los viales que después se llevan a la residencias de mayores o de personas con discapacidad. Desde Salut estamos muy organizados con cronocidad y las direcciones de las residencias porque la planificación es muy exigente.
Este domingo empiezan las segundas dosis para las residencias de ancianos, ¿cuándo empezaremos a ver a gente inmunizada?
—La primera dosis ya empieza a dar inmunidad pero hasta una semana después de administrar la segunda dosis no se alcanza. En la segunda ronda haremos un proceso de repesca para dar la oportunidad de vacunarse a los que no se animaron o estaban de vacaciones y estamos teniendo muy buena respuesta.
¿La campaña se complicará a partir de marzo?
—No lo creo. Lo más complicado ha sido vacunar a las residencias, será más fácil tras las primeras etapas. Con la población general se hará más a demanda, no necesitará tanta planificación. Lo más laborioso es ahora que hay que desplazarse, luego serán personas válidas que se mueven y es más sencillo. Tras los sanitarios les toca a los dependientes no institucionalizados e iremos a vacunar a los domicilios. No es complejo, se trata de ser eficiente con la planificación.
¿No necesitaremos al ejército?
—En principio creo que no. En la campaña de la gripe se administran 70.000 vacunas en una semana. Y los centros de salud están dispersos por todo el territorio, la capacidad es muy grande. Además hay otros colectivos que nos han ofrecido ayuda si fuera necesario. De momento, seguimos con la previsión. El viernes vacunamos, solo en Mallorca a 6.000 personas de residencias y el jueves ya había más de 3.000 profesionales sanitarios. Hay muchas ganas y estamos muy sensibilizados porque los hemos pasado mal.
¿Será un problema suministrar diferentes vacunas a medida que se vayan aprobando ?
—Ahora en Atención Primaria sólo vacunamos con Pfizer. Las diferencias con Moderna es que cada vial tiene 10 dosis, no seis, y la de Johnson&Johnson ya es unidosis. Estamos muy acostumbradas a inocular diferentes tipos de vacunas y constantemente hacemos formación. Además el sistema de registro está preparado para no mezclar a pacientes y que nada falle.