Un pleno marcado este martes por la ausencia de la presidenta Armengol y el conseller Negueruela y en que casi todo estaba pactado situó en primer plano la división del grupo de Ciudadanos (Cs), aunque ésta no se tradujera en votaciones diferentes sino en pequeños gestos como la falta de comunicación entre Maxo Benalal y Jesús Méndez (críticos) y la coordinadora, Patricia Guasp.
Guasp sí se reunió, en un bar próximo a la Cámara, con Marc Pérez-Ribas, también crítico a su gestión y que le disputa la portavocía del grupo. La Mesa de la Cámara valorará hoy si valida el cambio de portavoz (Pérez-Ribas en sustitución de Guasp) sin entrar en consideraciones sobre las consecuencias políticas que eso puede suponer en el partido naranja. El presidente de la Cámara, Vicenç Thomàs, indicó que se guiará por lo que indique un dictamen jurídico encargado al efecto. Benalal forma parte de la Mesa y, en principio, no abandonará la reunión cuando este asunto se discuta. Es uno de los tres diputados que firmó el escrito comunicando el cambio en la portavocía.
Portavocía rotatoria
Benalal dijo ayer que no está manteniendo negociaciones con el PP para pasarse a ese partido. Jesús Méndez se expresó en el mismo sentido y precisó: «Yo estoy en Ciudadanos porque representa la ideología liberal que me define y si no me aceptan, me iré a mi casa y allí estaré más tranquilo».
Pérez-Ribas también dijo que no quiere irse al PP y que «todavía veo posible el acuerdo». Indicó que no es un asunto personal, sino que hay que cambiar el funcionamiento del grupo. Una de las opciones es una portavocía rotatoria entre Marc Pérez-Ribas y Patricia Guasp.
Tanto ésta como Juan Manuel Gómez (único diputado que le apoya) indicaron que esperaran a la decisión de la Mesa, aunque la primera reiteró que tenía el apoyo de la dirección estatal y que la portavocía la elige la dirección y no el grupo. El grupo Ciudadanos (Cs) votó unido en todos los puntos del pleno. De hecho, en todo lo que va de legislatura, la división del grupo no se ha traducido hasta ahora en votos diferentes.
El pleno del Parlament validó ayer el decreto del Govern que regula la organización del proceso de gestión de los fondos europeos. Además, y debido a la exigencia del grupo Més per Menorca, se acordó tramitar este decreto como ley para introducir cambios. Los partidos de la oposición son críticos con algunos nombramientos del Govern para gestionar los fondos.