«Quedan bastantes variables», advierte la consellera de Salut, Patricia Gómez, pero ya se piensa, se analiza y se da por seguro que en la vacunación de los jóvenes de entre 12 y 16 años que se aprobó el pasado martes en España con Pfizer, los colegios tendrán su propio papel.
Falta por ver si la llegada de dosis y el avance en la campaña permite empezar con esta franja de edad antes del inicio del curso escolar, que es lo que desea la Conselleria. Esto determinaría el plan: si hay vacunas se les inocularía en los centros masivos primero y en los colegios se propondrá hacer una repesca y si no, la campaña se trasladará allí directamente.
De momento, «a Atención Primaria les parece bien», reconoce la consellera, pues serán los responsables de hacerlo. Y es que lo de vacunar en los colegios no es nuevo. En los años 60 se popularizaron las campañas escolares masivas aunque con el desarrollo de la Atención Primaria muchas comunidades como Balears las trasladaron a la actividad propia de los centros de salud.
Sin embargo, se sabe que las inyecciones en los centros educativos consiguen una mayor cobertura y suelen ser más eficientes. «Cuando se ha vacunado a la población escolar a la vez, la máxima adherencia se ha conseguido en el colegio», reconoce la directora general de Salud Pública, Maria Antònia Font.
En Balears «ya no se hace», explica, porque «íbamos a las aulas en septiembre y muchos niños ya se habían vacunado». Además, «ahora hay un programa infanto-adolescente en los centros de salud, con su calendario vacunal y una respuesta muy alta», dice. Pero la situación ante la COVID-19 es diferente. «Ahora no hay nadie vacunado y todo el mundo partirá de cero, probablemente tendrá más adherencia, augura.
Como siempre, en esta campaña de vacunación, todo dependerá de la llegada de dosis que se presume más cuantiosa a medida que avanza el calendario.
Los de más de 16, con los de 30
Lo que ya ha pedido Balears es que, una vez inmunizada la franja de 30 a 39 personas, la campaña se pueda abrir al resto de la población, es decir, a todo el colectivo de 16 a 29 años. «Es una colectivo de 285.000 personas, que son bastantes», explica la consellera Patricia Gómez, quien confirma que «somos de las comunidades que lo proponen abrir pero requiere una llegada de vacunas importante», insiste.
Y es que sin dosis para poner, «no tendría sentido abrir solo 20.000 citas para toda esta gente, generaríamos enfado por las líneas colapsadas», explica la consellera.
Sin embargo, esta posibilidad «es una buena noticia si pensamos en islas como Formentera que tiene menos recursos y población y podríamos hacer una campaña más agresiva allí y terminar más rápido», relata. Además, ya no sería necesario tener abierto el dispositivo todo el verano.
Permitir que toda la población acceda a la vacunación supone más facilidades logísticas que no ir abriendo por grupos de edad, siempre teniendo en cuenta que haya disponibilidad de dosis.
Vacunas, también en camiones
De momento, con el nivel actual de suministro que permite tener abiertas todas las líneas de vacunación, Salut ha firmado un convenio con la empresa Seat S.A. para seguir ampliando puntos donde inmunizarse.
La empresa automovilística ha ofrecido a Balears, de forma totalmente gratuita, tres camiones de los que transportan coches de rallies o Fórmula 1, reconvertidos en puntos de vacunación.
Cada uno de ellos se ubicará en una isla diferente y tendrá capacidad para inocular 20.000 dosis semanales. Estarán operativos desde el próximo miércoles día 23 en Santa Ponça, Maó i Sant Antoni y se podrá acceder a ellos, como al resto de líneas, a través de portal BitCita del Govern, respetando los grupos que están llamados a inmunizarse.
Seat, además, aportará también al personal que inoculará las dosis, mientras que otras empresas como son Melià, Baleària, Vueling o la asociación Baleval, han colaborado para llevarlo a cabo.
El martes, en Baleares, 488.851 personas habían recibido ya una primera dosis del suero contra la COVID, y 284.240 ya se habían puesto la pauta completa.