El sector náutico balear ha estado presente en las últimas semanas en las principales ferias y salones náuticos internacionales, la mayor parte de los cuales se celebran en otoño, según indicaron desde la Associació d'Empreses Nàutiques de Balears (AENIB). La única excepción es el salón náutico de Palma, que se celebra a principios de verano y que supone el arranque a la temporada náutica internacional en uno de sus destinos de referencia a nivel mundial.
La vuelta a los eventos presenciales tras la pandemia ha sido clave en las ferias de este otoño, marcadas también por la falta de producto derivado de la crisis sanitaria. Se trata, sin duda, y como señalan desde el sector, de una de las problemáticas de la temporada, pese al «buen comportamiento» de la náutica.
«La demanda es buenísima, el problema es la oferta», aseguró el CEO de Marivent Yachts, Oliver Frols. Explicó que las cadenas de suministro «están rotas y a los astilleros les faltan todo tipo de materiales, desde motores a asientos» y expresó su temor a que esta dificultad no se resuelva a corto plazo. Sin embargo, valoró de forma «muy positiva» su presencia en las ferias y destacó que Balears «está ganando posicionamiento a nivel mundial».
En términos similares se expresó el gerente financiero de Metalnox, empresa mallorquina centrada en reparaciones del sector náutico, Macho Maza. «Hemos estado como visitantes en casi todas las ferias y se respira buen ambiente, el sector en su conjunto está centrado en relanzarse después de la pandemia», admitió. Explicó que la irrupción de la COVID-19 provocó una parálisis en las reparaciones y gran parte de la industria, si bien la náutica se convirtió «en un refugio» para quienes se lo pudieron permitir.
Lista de espera
Actualmente, la situación ha dado un cambio importante. «La actividad se ha reanimado», reconoció Maza, quien añadió que «hay lista de espera para exponer», en relación a la feria que se celebra en Amsterdam a mediados de este mes. Sin embargo, este evento, en el que estará presente con un expositor la empresa mallorquina, supone una «ventana de oportunidad» ya que muchas divisiones de países como Australia, China y América tendrán una presencia mínima debido a las restricciones aún vigentes. Por último, valoró el potencial de Balears en el ámbito de la reparación náutica.