¿Patera aérea o fuga improvisada? La Policía Nacional y la Guardia Civil están investigando si algunos de los marroquíes -o todos- que huyeron del avión que había aterrizado en Son Sant Joan por una supuesta emergencia médica habían planificado antes la escapada.
El Airbus A320 de la compañía Air Arabia Maroc tomó tierra en Palma a las 18.51 horas, después de que un médico que había entre los 151 pasajeros confirmara que otro de los viajeros sufría un coma diabético y estaba «descompensado».
El piloto pidió permiso para aterrizar y personal médico atendió al señor indispuesto en la nave. Después, se decidió que él y su acompañante fueran trasladados al hospital de Son Llàtzer.
Puerta abierta
Sin embargo, la huida masiva tardó más de una hora en producirse. En ese tiempo, el Airbus estuvo en la pista y el comandante pidió repostar, un mecánico y cambiar el plan de vuelo. La puerta del avión permaneció abierta. Y fue entonces, a las 20.17 horas, cuando se produjo la huida masiva. La avalancha. 21 pasajeros se levantaron de sus asientos y arrollaron literalmente a una azafata que se interpuso en su camino. A continuación, bajaron la escalera a trompicones y se desperdigaron por las pistas, en distintas direcciones. Un minuto después, el aeropuerto ordenó el cierre del espacio aéreo porque no se podía garantizar la seguridad en la zona de despegue y aterrizaje. Un hecho insólito. A partir de ese momento se sucedieron los acontecimientos: los dos pasajeros que habían sido trasladados a Son Llàzter fueron detenidos. Uno intentó fugarse y el otro supuestamente simuló su enfermedad. O peor: quizás se provocó el coma diabético él mismo, para forzar el aterrizaje de emergencia.
Caos
La Guardia Civil y la Policía Nacional rodearon el avión y el perímetro inmediato, en busca de los fugados y un pasajero fue arrestado porque agredió a un funcionario. Fueron minutos de auténtico caos. Un marroquí fue descubierto ocultó muy cerca de allí y el resto consiguió saltar la valla y huir, muchos en dirección a Marratxí. A las 23.20 horas, un vecino alertó de que en la calle sa Comuna número 29, en sa Cabaneta, había cuatro magrebíes sospechosos y dos patrullas de la Policía Local de Marratxí los detuvieron. Tres de ellos llevaban el pasaporte y el otro iba indocumentado. Reconocieron -en francés- que eran «los del avión» y guardaban aún las tarjetas de embarque de su vuelo. La Guardia Civil se hizo cargo de ellos, mientras continuaba la búsqueda del resto. De madrugada, en la calle Manacor, a la entrada de Palma, la Policía Nacional sorprendió a otro de los fugitivos y a las nueve y media de la mañana, en Es Figueral, los agentes municipales capturaron a un nuevo sospechoso. Al amanecer, en un pinar de Son Sant Joan, apareció otro de los huidos, aterido de frío porque había pasado la noche escondido allí, a la interperie. En total, han sido detenidos 12 de los 24 implicados en la fuga masiva del avión, por lo que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad siguen la búsqueda. Todos los acusados, que se enfrentan de momento a delitos contra la Ley de Extranjería pero también podrían ser acusados de desacato, desórdenes e incluso rebelión, se encuentran en los calabozos de la Jefatura de policía, en la calle Simó Ballester.
Este sábado por la tarde una ambulancia acudió a esas dependencias y el personal médico sometió a una prueba pcr a los detenidos, para descartar que estén contagiados por la COVID.
Los investigadores están tomando declaración a los marroquíes, pero de momento algunos se han negado a declarar y otros han incurrido en serias contradicciones.
Investigación
Las líneas de investigación de la Policía Nacional y la Guardia Civil se encaminan en aclarar si el grupo había planificado la fuga, fingiendo el coma diabético del pasajero, o si, por el contrario, se trató de una escapada espontánea, al descubrir que estaban en suelo europeo. También se valora una tercera posibilidad: que solo una parte de los 24 magrebíes estuvieran organizados y que el resto, al ver correr a sus compañeros de vuelo, se sumara a la aventura, para tratar de quedarse en Mallorca y no volar a Turquía, que era el destino del vuelo. Por su parte, el Airbus A320 permaneció inmovilizado en las pistas del aeropuerto hasta las 2.20 horas de la madrugada, cuando por fin recibió autorización para reanudar el vuelo, pero no a su destino previsto, sino a Casablanca, que era su ciudad de origen. Y regresó con 24 pasajeros menos, los que se quedaron en Palma. Anoche los policías y guardias civiles del caso estaban volcados en aclarar si los fugados tenían una relación de amistad previa entre ellos y se estaban analizando sus redes sociales, por si se seguían.