La Conselleria de Transició Energètica, con Juan Pedro Yllanes al frente, ha remitido una carta a las empresas de rent a car de Balears para que, en un plazo de 30 días, informen de los datos de sus respectivas flotas y de sus vehículos libres de emisiones, normalmente eléctricos. Este requerimiento se pone en marcha en cumplimiento de la Llei de Canvi Climàtic, que establece que las empresas de alquiler de vehículos deben cumplir con obligaciones de renovación progresiva de sus flotas y de porcentajes mínimos, igualmente progresivos, de vehículos libres de emisiones. Para 2022, como mínimo el 6 % de las nuevas adquisiciones de vehículos de las empresas debe ser libre de emisiones. También para este año y como mínimo, el 1,8 % de cada flota ya debe ser libre de emisiones. En 2035, el 100 % de las nuevas adquisiciones y el 30 % de cada flota deberá ser no contaminante. Las empresas deben comunicar sus datos a la Conselleria para que ésta verifique el cumplimiento de la obligación de renovación progresiva de las flotas de vehículos.
Si una empresa no cumple en ese mes de plazo y persiste tras un requerimiento, se le puede aplicar una sanción leve de hasta 3.000 euros. Si continúa sin dar la información, la sanción puede ser grave (hasta 30.000 euros) y llegar a muy grave (hasta 200.000 euros). Cualquier modificación de las flotas deberá ser comunicada a la Conselleria. No obstante, el director general d'Energia i Canvi Climàtic, Pep Malagrava, ha explicado que «la Conselleria puede ser flexible con los datos exigidos para 2022, teniendo en cuenta que, durante los dos últimos años, habrá empresas que no habrán realizado ninguna adquisición por la situación de pandemia y que, si así ha ocurrido, en 2019 todavía no era obligatorio cumplir con ninguno de los porcentajes establecidos».
El director general señala que «las empresas que han llevado a cabo adquisiciones de nuevos vehículos sí deben cumplir los requisitos. En cualquier caso, la comunicación de los datos a la Conselleria es una prioridad y la ley nos habilita para ello». Malagrava indica que «cada vez más los turistas exigen movilidad sostenible en sus estancias y muchos de ellos ya están acostumbrados a conducir vehículos eléctricos en sus países de origen».