La regidora de Seguridad de Cort, Joana Maria Adrover, y la comisaria de la Policía Local de Palma, Antonia Barceló, han vuelto a comparecer este viernes a primera hora para desmentir que en el vehículo policial que causó el atropello mortal en el Passeig Sagrera la madrugada del jueves se hubiese encontrado una botella de alcohol, tal y como aseguraban algunos testigos del siniestro. «No había ninguna botella dentro del coche. No sabemos qué intención hay en decir esto», han señalado.
También se ha aprovechado la comparecencia, convocada de urgencia de madrugada, para volver a reiterar que el coche llevaba las señales luminosas encendidas, rechazando de nuevo la versión de varios testigos. «No hay ninguna duda de esto», ha dicho la comisaria.
El policía que iba al mando del coche, y la agente en prácticas, siguen en activo, aunque la pasada noche no salieron a patrullar. Se ha sabido también de que el conductor ha sido condecorado en varias ocasiones. La investigación sigue su curso y por ello no se ha podido desvelar ni a qué velocidad circulaba el vehículo. Sobre la principal hipótesis del accidente han rechazado decir nada al igual que sobre el servicio al que se dirigían. «No podemos decir nada sobre esto por respeto a la investigación», han repetido una y otra vez.
Las pesquisas las lleva a cabo una unidad especialista en accidentes de la Policía Local. La prueba de alcoholemia al conductor -en la que dio 0,0- fue realizada por sus propios compañeros, así como la inspección ocular en el lugar del siniestro. Sobre el fallecido han querido reiterar las muestras de apoyo a la familia y a los allegados.