Una víctima de acoso escolar en un conocido colegio concertado de Palma, ‘obligada' a cambiar de colegio mientras los presuntos acosadores permanecen en el mismo. Agentes de la Unidad de Atención a la Familia Mujer (UFAM) de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación de la denuncia interpuesta por los padres de una adolescente ante un caso de acoso por parte de sus compañeras de clase. A finales de enero, una menor acudió junto a su padre a dependencias policiales para denunciar que desde el inicio del curso está sufriendo acoso por parte de una compañera de clase.
Además, informó que dicha chica es la líder o cabecilla del grupo ejerciendo un poder total y absoluto con el resto de alumnas. En el escrito de denuncia, la víctima relata que no cesa de recibir de forma continuada gritos por parte de sus compañeros por detrás y a la altura de sus oídos, le quitan sus pertenencias del interior de su mochila y se las tiran por el aula, la miran de forma amenazante, le hacen un vacío y le impiden que pueda entablar amistad con ellas etc... La situación llegó a ser tan insoportable que la chica se negó a ir a clase por miedo y crisis de ansiedad.
Ante estos hechos, el padre de la menor contactó con el centro escolar para tratar de poder solucionar este grave conflicto, pero según consta en la denuncia policial, la solución ofrecida por los responsables tras haber realizado una serie de actos de mediación entre ambas menores, es un cambio de centro para la denunciante. «Es intolerable. Una vez más se demuestra que la víctima es la que tiene que salir huyendo mientras que las acosadoras salen de rositas», apunta el padre de la alumna afectada.
La situación se fue agravando con el paso de los días y la menor tuvo que ser tratada por un psiquiatra y, poco después, por un psicólogo para poder remontar esta situación. Durante algo más de un mes la adolescente no acudió a clases. Por su parte, desde la Conselleria d'Educació, a través de los inspectores de zona, se ha tramitado de urgencia un cambio de instituto y, hace unos días, se consumó el mismo regresando la alumna a clase. El tema está judicializado.