Avanza la investigación sobre el robo de droga perpetrado contra un clan gitano en una finca de Sant Joan. A persar del gran hermetismo policial sobre el caso, Ultima Hora ha podido saber que una cámara de seguridad grabó toda la escena del asalto y la brutal agresión posterior en la que una decena de personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.
Todo apunta a que cinco hombres accedieron a un recinto privado de Sant Joan donde un conocido clan tenía una plantación de marihuana y droga preparada para su distribución. Los ladrones, según el relato de algunos testigos, se hicieron pasar por guardias civiles aunque posteriormente se comprobó que no llevaban uniformes. Los asaltantes llegaron a reducir a los dos encargados de vigilar la parcela y los maniataron con bridas.
Acto seguido, uno de los propietarios de la plantación de marihuana que estaba viendo lo sucedido a través de las cámaras de seguridad, alertó al resto del clan. Rápidamente, más de una decena de personas, armados con cuchillos, machetes y hachas acudieron a la finca. Una vez allí, accedieron al interior de la finca y se inició una batalla campal que acabó con numerosas personas heridas, varias de ellas de gravedad. De hecho, en varias declaraciones policiales, algunos de los afectados han reconocido que temieron por su vida y que incluso cuando estaban tendidos en el suelo inconscientes sus atacantes no cesaban de asestarles puñaladas y hachazos en la cabeza.
A lo largo de la jornada de ayer, los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional procedieron a la detención de una séptima persona por su vinculación a la causa.
La policía teme que este episodio de extrema gravedad pueda desatar una oleada de violencia, represalias e incluso de ajustes de cuentas que acabe con muertes. Por ese motivo, la Jefatura ha dispuesto de un operativo especial de blindaje de hospitales, viviendas y barriadas donde residen ambos grupos.