«Viva las Islas Baleares y visca España». El nuevo president del Parlament, Gariel Le-Senne, ha terminado con estas palabras su primera intervención tras ser elegido en la sesión constitutiva del Parlament. En su primera intervención, el presidente ha dicho que las instituciones «están por encima de todos nosotros» y ha añadido que nadie puede pretender «ponerlas a su servicio particular ni al de intereses partidistas o doctrinales».
«Espero merecer su respeto y ejercer mi función sin sectarismos ni exclusiones, sin miedo a la palabra honesta y facilitando al máximo el debate», ha añadido en un discurso que ha leído en castellano, con algunas palabras en catalán, como ese «Visca España» final.
Ha confiado en que, entre todos los diputados, se consiga «refinar» el ordenamiento jurídico para que las leyes «sean una ayuda y una referencia y no un obstáculo ni una selva ininteligible». Ha reclamado seguridad jurídica, rigor, estudio y respeto del ordenamiento y de las libertades de todos los ciudadanos, «especialmente de los más desvalidos».
El nuevo presidente ha destacado que el Parlamente será el lugar en el que se hable de los problemas de los ciudadanos como el comercio, la agricultura, el turismo y otras cuestiones, entre las que ha mencionado «nuestras lenguas». Ha pedido a los compañeros del Parlament que cada uno aporte sus puntos de vista, con respeto a los demás y a los respetemos los compromisos adquiridos. «Disfrutemos de la alegría de mejorar la vida de los ciudadanos», ha dicho.
También ha ofrecido «honestidad, orden y trabajo» y ha pedido un debate racional y sosegada sin discrepancias personales. Ha dado las gracias a los ciudadanos que acudieron a las urnas y «legitimaron este acto», además de al PP y a Marga Prohens por su confianza. Lea aquí el discurso completo de Gariel Le-Senne.