Un hombre ha aceptado una condena de dos años de cárcel por apuñalar trece veces en el brazo al novio de su hija tras una discusión en una casa de Llucmajor. El acusado, de 39 años de edad y origen argelino, se declaró culpable en el juicio celebrado el pasado martes en Vía Alemania (Palma) de un delito de lesiones graves y otro de coacciones, por el que asumió una pena de 60 días de trabajos a beneficios de la comunidad. La fiscal tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de toxifrenia, ya que el agresor actuó por su grave adicción a las drogas.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar sobre las 18.00 horas del pasado 18 de julio en una vivienda situada en la calle Torrent de Llucmajor. El hombre, que tiene una orden de alejamiento de su expareja tras ser condenado cinco días antes por delitos de amenazas, lesiones y maltrato, irrumpió en su domicilio empuñando un cuchillo de grandes dimensiones.
El agresor gritó delante de ella y de sus siete hijos diciendo que no puede vivir sin ellos y que se iba a quitar la vida. A continuación, empezó a autolesionarse ocasionándose múltiples heridas superficiales hasta que el novio de una de sus hijas trató de impedirlo. En ese momento el acusado le acuchilló tres veces en la parte superior del brazo izquierdo. La víctima recibió un total de 56 puntos de sutura y las heridas tardaron 13 días en curar.
La Fiscalía reclamaba al principio del proceso judicial una condena de cinco años de cárcel por delitos de lesiones graves, quebrantamiento de condena y coacciones. La representante del Ministerio Público llegó a un acuerdo con la abogada de la defensa, Belén Porcel, y la letrada de la acusación particular, Dolores Puertas, y rebajó su petición a dos años de prisión.
La defensora del procesado, que se encontraba en prisión provisional desde que cometió la agresión, pidió su puesta en libertad y la jueza no se opuso.