La delegación balear se despidió este miércoles de la World Travel Market de Londres con el compromiso de aerolíneas y turoperadores de poner de su parte para incrementar la conectividad en los meses de temporada baja. Un interés triplemente compartido por demanda, destino y los propios agentes turísticos británicos; y una estrategia de dinamización del Archipiélago en otoño e invierno con un destinatario prioritario: la isla de Menorca.
En ese sentido, se ha pedido un esfuerzo a las aerolíneas para intensificar los vuelos a Menorca fuera de los meses de verano, ya que se trata de la Isla que padece una estacionalidad más acusada en su actividad turística en ese periodo. Un objetivo más factible si cabe, teniendo en cuenta que el británico es el primer mercado de la Isla, por delante del alemán.
El turoperador británico Jet2Holidays y la aerolínea Brittish Airways se han abierto a estudiar las posibilidades, y de manera especial esta última, que ven un nicho de mercado en todo lo relacionado con la actividad deportiva fuera de temporada que les podría encajar dentro de su planificación estratégica para el próximo año.
La idea del Govern, no obstante, es que esta misma temporada se note un incremento de las llegadas, especialmente teniendo en cuenta que hay una demanda latente que justo acaba de empezar a emerger –no solo en el mercado británico, sino en términos globales– que forma parte del auge de la industria turística experimentado a escala mundial tras la pandemia.
Por su parte, desde la Federación Empresarial Hotelera (FEHM), su vicepresidenta ejecutiva, María José Aguiló, destacó que los contactos mantenidos estos días «han sido muy positivos para Balears, pero especialmente para la isla de Mallorca». Asimismo, recalcó que han podido comprobar que se están abriendo «muchas oportunidades de crecimiento en estos meses de la temporada baja», lo que redundará en un incremento del empleo durante ese periodo. Aguiló se refirió asimismo al avance de la reapertura de la planta hotelera y señaló que, en todo caso, «toda esta estrategia debe ir acompañada de la oferta especializada y de los servicios públicos para que todo sea equilibrado».
El último día de la feria internacional de Londres todavía dejó margen para que responsables del Consell de Mallorca apuraran las últimas reuniones con diferentes agentes del sector británico.
En total, el gasto de la visita de toda la delegación balear al completo –incluyendo Govern, consells insulares y los diferentes ayuntamientos– asciende a 550.000 euros. Prácticamente la mitad de esa partida, alrededor de 280.000 euros, está destinada a la reserva del espacio ocupado por el expositor en la feria.