El proyecto de Presupuestos Generales de Baleares para 2024 ha superado esta mañana su primera votación clave en el pleno del Parlament al aprobarse, ahora con el apoyo de Vox, los votos particulares para recuperar las secciones y artículos que los de Santiago Abascal hicieron caer en Comisión.
La votación ha tenido el resultado esperado, con el voto a favor de PP, el diputado de Formentera, Llorenç Córdoba, el no adscrito Xisco Cardona y seis de los diputados de Vox -uno ha votado en contra, con la izquierda, como gesto del grupo para contrarrestar el voto de Cardona-. Así, han sido 33 votos a favor frente a 26 en contra.
De este modo se ha revertido la situación creada la semana pasada por la abstención de Vox. Hace cinco días Vox propició que se quedaran fuera del dictamen presupuestario las secciones completas de las Consellerias de Educación y Universidades; Economía, Hacienda e Innovación; Empresa, Empleo y Energía; IbDona; IB3; IbJove; IEB y Fundació Illes Balears d'Acció Exterior. Además, el martes pasado Vox también se abstuvo en una veintena de puntos del articulado.
La Ley de Presupuestos exige que el texto final sea completo y coherente, por lo que si hubiera faltado cualquier sección o artículo el resultado no hubiera sido válido y el pleno no podría continuar. Esa posibilidad quedó descartada este lunes con el acuerdo entre PP y Vox.
Dicho acuerdo ha centrado el debate de los votos particulares. PP y Vox han defendido el pacto mientras que la izquierda ha reprochado al Govern que acepte los postulados de su socio. La presidenta del Govern, Marga Prohens, no ha estado en su escaño durante buena parte del debate. Ha llegado al final de la segunda intervención de MÉS, cuando sólo quedaba el segundo turno del Grupo Mixto, minutos antes de votar.
Sagreras: «La ciudadanía puede estar bien tranquila»
El primero en intervenir ha sido el portavoz 'popular', Sebastià Sagreras, que ha remarcado que el Govern es «perfectamente consciente» de lo que supone gobernar en minoría, y ha reconocido que la negociación ha sido «dura, incluso tensa por momentos».
El diputado ha querido «ser sincero» apuntando que el grupo de Vox ha sido «a veces demasiado franco», pero reconociendo que negociaban «con la legitimidad de los 60.000 votantes» que los escogieron en las urnas: «Los tenemos que respetar», ha apostillado.
En esta línea, Sagreras ha censurado que, ante el choque entre los socios de investidura, la izquierda ha «hecho ofertas vacías, interesadas, que eran una trampa y que sólo pretendían enredar a la ciudadanía». «Por dura que haya sido la negociación, la ciudadanía de Baleares puede estar bien tranquila», ha afirmado Sagreras, asegurando que «no se ha negociado nada que vaya en contra del programa electoral» ni que les «aleje de la hoja de ruta del cumplimiento de la palabra dada».
Por su parte, la portavoz de Vox, Idoia Ribas, ha reconocido que no es habitual comenzar un pleno de presupuestos con esta votación. Ribas ha asegurado que su grupo hubiera «preferido no tener que abrir este debate por haber podido llegar a un acuerdo con anterioridad a la tramitación de los presupuestos en la Comisión de Hacienda».
La portavoz de Vox ha añadido que los presupuestos «satisfacen a ambas formaciones porque recogerán la voluntad de cambio que los ciudadanos han encomendado». Así, ha defendido que «permitir que los padres puedan escoger la educación de sus hijos» es «avanzar en libertad», y que obtendrán «unas cuentas públicas con menos subvenciones a organismos politizados».
Ribas también ha negado que el PP «se haya vendido», como sostiene la izquierda, sino que «lo que ha hecho es dialogar y llegar a acuerdos», mientras que «Vox no extorsiona a nadie» y «sólo se arrodilla ante Dios».
Esta última expresión ha sido una respuesta a alusiones de la diputada de Unidas Podemos por los motivos religiosos en la felicitación navideña del presidente del Parlament, Gabriel Le Senne. «Han confundido la casa del pueblo con la casa de Dios», había dicho la diputada de la izquierda.
Negueruela critica la ausencia de Prohens
La izquierda, mientras, ha lanzado duros reproches al Govern por aceptar las exigencias de Vox. El portavoz socialista, Iago Negueruela, ha criticado la ausencia de Marga Prohens en el debate de los votos particulares: «No quiere explicar lo que es un cambio total de rumbo en las políticas de su Ejecutivo, y no está, me imagino, porque se avergüenza de todo lo que están dispuestos a hacer hoy», ha sugerido.
Negueruela ha advertido al conseller de Hacienda, Antoni Costa, que los diputados de Vox «le tienen cogida la medida», ya que «le bloquean el presupuesto y les entrega todo». Curiosa estrategia de negociación, la de dejarlo todo para el último día y aceptar todo«, ha protestado, censurando que acepte una reforma fiscal »para los poderosos« que »descuadra el presupuesto".
Así, el diputado del PSIB ha reprochado a Prohens que «dijeron que era un gobierno sin las manos atadas», cuando es «un gobierno al dictado de las políticas de la ultraderecha».
Més insiste en su oferta: «pidan si hace falta un receso»
Mientras, el portavoz de MÉS per Mallorca, Lluís Apesteguia, ha insistido al PP en que «tienen una alternativa si detienen esta locura», manteniendo así su oferta de apoyar los presupuestos si renuncian «a todo aquello que nunca votó ningún votante del PP»: «Pidan si hace falta un receso».
El ecosoberanista ha remarcado que si el PP aprueba las enmiendas de Vox «quedará claro que es porque quieren». Apesteguia ha advertido al PP de las consecuencias del acuerdo con Vox: «Este pueblo ya se ha defendido y ha salido de ataques muchos peores. Aprueben estos presupuestos con quienes ustedes escojan, que esto les definirá», ha avisado.
El portavoz de Més per Menorca, Josep Castells, ha afeado al Govern que dejara «las cosas para última hora» y tuviera que «venderse a un precio mucho más alto del que, con toda lógica, se tendría que haber pagado». Castells ha reprochado al PP que «ha tenido que ceder en todo lo que le ha impuesto el único apoyo que tiene en esta Cámara»: Y lo dicen sus caras, porque hoy parece un funeral en las filas del PP», ha enfatizado. Por último, la diputada de Unidas Podemos, Cristina Gómez, ha recriminado al PP que hayan «dado el mando a Vox». «No son rupturistas, son destructores de los consensos», ha advertido.