La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha comunicado una nueva alerta sanitaria al detectarse la presencia de piezas de metal y caucho en varios lotes de sopa deshidratada de la marca Knorr, concretamente en el producto denominado "Sopa de pollo con fideos". Esta advertencia surge a raíz de una notificación recibida a través de las autoridades sanitarias rumanas, lo que provocó la rápida intervención de las instancias españolas responsables de la seguridad alimentaria.
Los lotes afectados corresponden a los números 527922C93 y 528022C93, ambos con fecha de consumo preferente fijada para abril de 2027. Estos paquetes, de 63 gramos cada uno y destinados a conservarse a temperatura ambiente, fueron distribuidos inicialmente en las comunidades autónomas de Baleares, Andalucía, Cataluña, Canarias, Castilla-La Mancha, Galicia y Madrid. Sin embargo, las autoridades subrayan que podría haberse producido una redistribución a otras regiones dentro del territorio nacional.
La detección y comunicación de esta incidencia se produjo gracias a los controles internos desarrollados por la propia empresa productora. Según informan desde AESAN, "la compañía cumplió con su deber legal al informar a las autoridades competentes y activar el protocolo preventivo para la retirada de los artículos potencialmente contaminados, evitando así su comercialización y consumo".
Las autoridades sanitarias, a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI), han transmitido la alerta a todas las comunidades autónomas involucradas. Este mecanismo busca asegurar una retirada efectiva de los lotes afectados de los canales de venta y proteger la salud de la ciudadanía.
AESAN recomienda expresamente a quienes tengan en casa alguno de estos productos, correspondientes a los lotes alertados, que se abstengan de consumirlos. El objetivo es prevenir cualquier riesgo para el consumidor, incluso si todavía no se ha detectado ningún incidente de salud relacionado.
Esta incidencia se conoció gracias a la coordinación internacional y europea en materia de seguridad alimentaria. Las notificaciones rápidas entre países comunitarios refuerzan los sistemas de alerta y permiten la rápida respuesta de los organismos españoles responsables.
Antes de mucho esto será lo normal en muchísimos alimentos, incluidos los frescos, ejemplo el pescado.