Un buen número de autoridades, amigos y representantes de la vida cultural se dieron cita ayer en la Dirección Insular para asistir a la imposición de la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil al poeta y escritor ibicenco Antoni Marí, que le fue concedida por el Rey en la Promoción de Honores del pasado 6 de diciembre de 1999. El ministro de Exteriores en funciones, Abel Matutes, en su condición de Gran Canciller de dicha Orden, fue el encargado de imponer al autor de «Un viatge d'hivern» esta alta distinción en «reconocimiento a los méritos que le asisten por la calidad de una obra que ha abarcado numerosas áreas del conocimiento y el pensamiento».
Abel Matutes expresó en el acto de entrega de «la última condecoración que otorgo como ministro», su alegría por la merecida condecoración a su paisano. «Hay actos que por su contenido me son especialmente gratos, como este». «Me llena de orgullo y satisfacción imponerle esta condecoración a un autor ibicenco que ha contribuido tanto en defender la riqueza plural de España, tan rica en culturas y en tolerancia», apuntó el ministro saliente, añadiendo que «no es fácil hoy en día encontrar un humanista tan completo».
Por su parte, Antoni Marí señaló en su breve discurso de agradecimiento que estaba «muy contento por esta distinción, que nunca hubiera pensado recibiría». Para el laureado escritor, los méritos que a su juicio le han hecho acreedor de la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil, no creía que fueran otros que «el compromiso que he adquirido con la sociedad, a través de los principios de libertad, igualdad y fraternidad, para contribuir con mi obra a desarrollar una cultura en la que me inserto por tradición». «Gracias a pertenecer a un sociedad libre y democrática he podido realizar el trabajo intelectual que reflejan mis libros», añadió Marí, quien destaco su orgullo «por ser de una isla en la que he podido ser como soy».