La Orquestra Simfònica de Balears inicia la temporada el próximo día 12 con un presupuesto que alcanza 650 millones de pesetas y seis nuevas incorporaciones. Ayer fue presentada la programación de los conciertos de abono, también con un mayor número, 25, que contará con la presencia de orquestas y coros de otras comunidades. Esta nueva programación cuenta con un concierto en Formentera, el primero que ofrecerá la Orquestra en esta isla.
El conseller Damià Pons, presidente de la comisión integrada por el Govern, el Consell Insular de Mallorca y el Ayuntamiento de Palma, instituciones de las que depende el conjunto sinfónico, habló ayer del interés por «fidelizar» al público y de que la participación de orquestas foráneas facilitará contactos para el intercambio.
La Orquestra ha aumentado su plantilla en seis plazas, una flauta, un oboe, un fagot, una clarinete, una trompeta y un arpa, instrumento del que carecía, lo que implicaba la contratación de un arpista cada vez que era necesaria la participación de este instrumento. Carlos Rubio, gerente de la OSB, comentó la importancia de estas contrataciones, «porque ahora ya se puede tocar el 95 por ciento del repertorio sinfónico».
Otro de los asuntos que afectan a la OSB, la falta de director titular tras la no renovación del contrato de Salvador Brotons, no es un hecho «traumático» para el gerente. Y este año se resolverá con directores invitados, aquellos que dirigirán los ensayos y conciertos del programa, con Brotons como invitado principal porque, además de tres conciertos de abono, su contrato estipula que dirigirá otros de carácter extraordinario. Entre los directores invitados figuran los españoles Ros-Marbá, el mallorquín Fernando Marina o Víctor Pablo Pérez, que vendrá con su Orquesta Sinfónica de Galicia.