El repentino fallecimiento del pintor alemán Eduard Micus dejó ayer un rastro de sorpresa en los círculos artísticos e institucionales de Eivissa y no tardaron en sucederse diversas reacciones desde todos los ámbitos. Desde el Ayuntamiento de Eivissa se consideró a Micus como «uno de los artistas más relevantes y de mayor significación para el arte de las Pitiüses durante los últimos veinte años». A través de una nota, el Consistorio quiso sumarse al «dolor que hoy (por ayer) sufre el mundo del arte con su pérdida».
De igual modo reaccionaba el Consell Insular d'Eivissa i Formentera. A través de su presidenta, Pilar Costa, la institución quiso manifestar «públicamente su tristeza y duelo por la muerte de Eduard Micus, un hombre que ha dejado su valiosa huella en la vida cultural y artística de las Pitiüses». «Nos queda, de todos modos, el consuelo de poder seguir disfrutando de todo el legado pictórico que nos ha dejado este pintor alemán de alma ibicenca».
La galerista Cati Verdera, directora de la sala Van der Voort, actualmente en una feria de arte en Munich, también expresó su sorpresa por el luctuoso suceso. «Mi relación con Micus -explicó ayer a este periódico- tenía dos partes: una vertiente muy personal, porque también éramos vecinos y otra más profesional, como galerista. «Le quería mucho y me duele mucho su pérdida». «Era un gran creador -señaló Verdera-. A pesar de seguir una línea estética muy definida lograba sorprender continuamente gracias al uso de diversos materiales. Era un gran artista que guardaba en su obra una gran cantidad de facetas».
El pintor Rafel Tur Costa reconoció el «gran disgusto» sufrido al conocer la noticia. «Hacía muchos años que nos conocíamos. Era un buen amigo y una persona especialmente cariñosa con sus amigos, además de un gran artista. La amistad que nos unía era muy sincera». Tur