El jurado del Premio Nacional de la Crítica concedió ayer en León este galardón literario en sus modalidades de Narrativa y Poesía en lengua castellana a los escritores, Juan Marsé, por «Rabos de lagartija», y Antonio Cabrera, por «En la estación perpetua», respectivamente. El resto de literatos premiados en esta edición del año 2000 fueron: en lengua catalana, Baltasar Porcel por «El corazón del jabalí» (narrativa) y Jaume Pont por «Libro de la frontera» (poesía) y, en gallego, Suso de Toro por «No vuelvas» (narrativa) y Gonzalo Navaza por «Libra» (poesía).
También resultaron galardonados por el jurado, presidido por el crítico literario de «El País» Miguel García Posada, en la modalidad de literatura en euskera Ramón Saizarbitoria por el libro de relatos «Gorde nazazu lurpean» («Exhumaciones) y Mien Agur Meabe por el poemario «Azalaren kodea» («El código de la piel»).
El jurado de estos Premios, que carecen de remuneración económica, destacó el «personal modelo narrativo, la novedosa estructura y el preciso lenguaje» de la novela «Rabos de lagartija», de Juan Marsé, quien ya obtuvo este mismo galardón por su anterior obra, «El embrujo de Shangai», publicada en 1993. Asimismo, destacó la calidad de «En la estación perpetua», del profesor de Filosofía gaditano Antonio Cabrera, obra descrita por el crítico José Enrique Martínez como una «búsqueda del latido humano bajo la máscara de las palabras en la que la mirada se opone al pensamiento».
El Premio en la vertiente de poesía en catalán recayó sobre Jaume Pont por «El libro de la frontera», obra en la que recrea, a través de las voces de trece autores apócrifos, «el mundo poético que pudo dar la poesía árabe en los siglos XII y XIII en lo que hoy son tierras de Lérida y entonces eran tierras de frontera entre el mundo árabe y el cristiano», explicó el miembro del jurado Alex Broch.
Por su parte, Baltasar Porcel, a quien Broch calificó como «uno de los grandes nombres de la literatura catalana contemporánea», recibió el galardón de mejor obra poética en catalán. Respecto al apartado de obras narrativas en literatura en euskera, resultó premiada la obra «Gorde nazazu lurpean», de Ramón Saizarbitoria, «una paródica colección de relatos empapada de humor macabro», en palabras del crítico Jon Kortazar, en torno a la exhumación de cinco cadáveres, entre los que se encuentra el del fundador del nacionalismo vasco, Sabino Arana.