Sus muchos compromisos profesionales impiden a Lina Tur Bonet visitar más a menudo Eivissa. En esta ocasión lo ha hecho para participar en el ciclo de cenas-conciertos del hotel Hacienda-Na Xamena, donde anoche ofreció una velada con un programa en el que figuraban obras de Telemann, J.S. Bach, Kreisler y Sarasate. Como curiosidad, apuntar que en el «Adagio» de la «Sonata en Sol menor» de Bach, utilizó dos violines barrocos que le ha prestado para la ocasión la Fundación Orpheon de Viena.
"¿Cual es su actividad profesional en estos
momentos?
"Un poco de todo, como era mi sueño; fundamentalmente, dar
conciertos, tanto como solista como con grupos de cámara, que es lo
que más me gusta en realidad. Tengo un trío estable en Viena con el
que hemos hecho muchos concursos y giras; formó parte de algunas
orquestas de cámaras pequeñas, y estoy también en un grupo
barroco.
"¿Por eso trae dos violines barrocos a la
isla?
"Sí, todo un lujo. Es que la interpretación, como la música, ha
cambiado. La nueva tendencia consiste precisamente en el
historicismo. Por eso se están recuperando instrumentos antiguos,
así como la manera de tocar, la posición del violín, la de las
cuerdas. Buscamos recrear la manera cómo se tocaba en el
barroco.
"¿Se dedica también a la enseñanza?
"Tengo un par de alumnos privados, pero no me puedo responsabilizar
ahora de ellos, porque no estoy en ningún sitio más de dos semanas
seguidas. Así que lo dejaré para más adelante, porque es una faceta
que me encanta, no sólo por transmitir lo que sé, sino por lo que
los niños me transmiten a mí de ilusión y vitalidad.
"¿Se adapta bien a vivir en Viena?
"A nivel personal es difícil, porque echo de menos el clima, la
familia, la gente, la luz, el Mediterráneo...; pero para un músico
Viena es el centro. Hay una oferta increíble de conciertos, tengo
la posibilidad de conocer a grandes músicos que me están dando
clases, salen muchas ofertas, puedes tratar de tú a tú a las
grandes figuras...
"Y con tanto curriculum, tanta actividad, ¿le queda
tiempo para vivir?
"Pues sí; he vivido antes y pienso seguir haciéndolo; ahora quiero
centrarme en otras cosas, otras prioridades.
"¿Quiere eso decir que una dedicación profesional tan
intensa a la música, como la que usted tiene, le impide, por
ejemplo, dedicarse a los amores?
"No hay nada que sea incompatible con la música; pero de momento
diría que mi único marido es el violín. Es con quien viajo siempre;
y ahora encima con dos; o sea, incluso poligamia.