Dario Fo es, sin duda, el más polémico Premio Nobel de los últimos tiempos y una de sus obras más emblemáticas, «Muerte accidental de un anarquista», será representada esta noche a partir de las 21'30 horas en Can Ventosa. Josep Minguell, uno de los actores que participan en este montaje, dijo ayer, refiriéndose al dramaturgo, que éste es «un Molière moderno, un hombre de teatro total».
Sobre la obra, Minguell reconoció verla «tanto o más divertida» que cuando fue estrenada por primera vez en Cataluña hace veinte años y la relacionó con la propia realidad que vive hoy en día nuestra sociedad: «En la obra se trata de un anarquista muerto y policías que escurren el bulto, en la realidad es un peruano que arrojan al mar en el puerto de Barcelona».
«El público agradece, al menos una parte, este tipo de representaciones», afirmó el actor, para quien gran parte de la cartelera teatral de la actualidad está llena de «banalidades» que se sustentan «en actores que han triunfado en televisión y que arrastran al público. Desgraciadamente, no hay muchas obras que digan alguna cosa interesante en la cartelera».
Sobre la actualidad de «Muerte accidental de un anarquista», Minguell reflexionó sobre el papel que juega la crítica en el mundo del espectáculo: «No hay un teatro que critique la situación tal y como la conocemos. No está de moda criticar, parece como si viviéramos tan bien que no fuera necesario hacerlo». Además, reconoció haber descubierto «cosas nuevas en el texto», transcurridos veinte años desde que estrenó la obra en Cataluña por primera vez. «Aunque Dario Fo trate un tema más bien trágico, 'Muerte accidental de un anarquista' es una obra en la que el público se puede reir mucho», finalizó Josep Minguell.