Mariano Marí, como representante del GEN, presentó ayer en el bar Can Pou las fotografías que participan en el concurso «Un paisatge irrepetible», con el que se pretende denunciar «la degradación de un espacio», en referencia al dique de Botafoc. El certamen se ha dividido en «Imatges perdudes» (con nueve fotografías) y "Una badia venuda" (once obras a concurso). En total, son seis los fotógrafos que han presentado sus trabajos, tanto en blanco y negro como en color.
La muestra permanecerá en Can Pou (en horario de tarde) hasta el próximo día 15 de este mes, momento en el que se trasladará a la sede del Col·legi d'Arquitectes en Dalt Vila. Allí, el jurado decidirá las obras merecedoras del premio en cada categoría, consistente en 40 euros en material fotográfico cedido por Foto Ritu y Foto Sistema.
Junto a Marí, presentaron la exposición Hazel Morgan, en representación de Amics de la Terra, y Marià Serra, director del Institut d'Estudis Eivissencs. Todos ellos coincidieron en su repulsa a las obras del dique y manifestaron su deseo de que la exposición sirva para que la gente siga concienciada acerca de este tema.