El director y empresario teatral José Tamayo falleció ayer en Madrid a los 82 años a consecuencia de una gripe, agravada por la caída que sufriera el pasado 30 de enero cuando asistía a la inauguración del Nuevo Teatro Alcalá. Según indicaron ayer fuentes de la familia de una figura capital en el teatro español del siglo XX, «tras la caída, la enfermedad respiratoria que sufría desde hace años se agravó bastante con complicaciones cardíacas».
José Tamayo Rivas nació en Granada en 1920 y fue gracias a su estancia en el Seminario Menor de la ciudad, donde tomó contacto por primera vez con las obras del teatro clásico español. Terminada la Guerra Civil, se inició como actor en grupos de teatro de aficionados, para luego ponerse al frente del grupo universitario Teatro al Aire Libre, de Granada, donde realizó los montajes de distintas obras clásicas.
Fue en 1946 cuando Tamayo creó la compañía Lope de Vega con la que debutó primero en Valencia, pero que luego se instalaría en Madrid, concretamente en el Teatro Fuencarral, momento en el que entraron en dicha compañía nombres como Paco Rabal, Carlos Lemos o Mary Carrillo. En 1954 realizó su primer montaje musical con la obra «Al sur del Pacífico» que estrenó en el Teatro de La Zarzuela, al tiempo que fue nombrado director del Teatro Español, cargo que ocupó hasta 1962.
Durante su etapa al frente del Teatro Español, José Tamayo fundó una nueva compañía teatral, llamada Amadeo Vives, y en octubre de 1956, cuando se cumplía un siglo de la inauguración del Teatro Lírico Nacional de La Zarzuela, reabrió la sala con la puesta en escena de «Doña Francisquita», que supuso la revelación del tenor Alfredo Kraus.
Tamayo ha llevado a escena los más importantes «Autos Sacramentales» de Calderón, alguno de ellos representado en Roma ante el Papa Pío XII. Pero su gran popularidad le llegó a mediados de los años ochenta, cuando presentó en Santander su «Antología de la Zarzuela», un montaje que llevaría, al año siguiente, a Nueva York, donde contó con la colaboración de Plácido Domingo. En 1991 celebró en Madrid el cuarto de siglo de vida de su Antología, un espectáculo para el que contó con la participación de la Caballé y José Carreras.
En 1997 recibió el premio Mayte de Teatro por su montaje de «Luces de Bohemia», que se sumó a las muchas condecoraciones que había recogido en su vida como la Medalla de Oro de Bellas Artes, las encomiendas de Isabel la Católica y de Alfonso X el Sabio o el último galardón el Premio Max de Honor.