Tartessos, imperio de la Edad Antigua que se sitúa en el sur de la Península Ibérica, podría no haber experimentado el proceso de profunda orientalización reconocido por la mayor parte de los especialistas en arqueología tartésica durante casi todo el siglo XX, según nuevas teorías que ayer expuso en Eivissa José Luis Escacena, profesor de la Universidad de Sevilla. 'Tartessos desorientado' es el título de la charla que ofreció este investigador en la apertura de las XVIII Jornades d'Arqueologia Fenício-Púnica que se celebró en la sede universitaria de la UIB en Eivissa.
Escacena se refirió a los hallazgos del Hierro Antiguo en Andalucía Occidental y a los nuevos enfoques teóricos y metodológicos que ofrecen una nueva lectura de lo que fue la influencia oriental en el país de los tartesos.
La nueva propuesta, que está avalada por los descubrimientos realizados en Carmona, Coria del Río y El Carambolo, establece que «las comunidades indígenas y las coloniales habrían desarrollado una relación dificultosa y alejada del idílico proceso de aculturización y civilización sostenida por las teorías más tradicionales». En este sentido, Escacena explicó que la nueva lectura apunta a que los fenicios habrían desarrollado en Tartesso «una implantación del más puro sabor colonial, explotando sus recursos en un régimen parecido al de otras tantas colonizaciones históricas conocidas, incluso mediante una conquista y control efectivo del territorio». La nueva propuesta reconoce un importante impacto cultural de los recién llegados sobre la población local en temas puramente tecnológicos como la arquitectura o la metalurgia, mientras que la influencia sería escasa en aspectos ideológicos, religiosos o de organización política y social.