Inquieto, plural y hasta polimorfo son adjetivos que podrían cuadrar bien a la personalidad artística de Josep Rosales, uno de los pintores jóvenes ibicencos que más se preocupan por abrir nuevos caminos en su nerviosa vena creativa. Una muestra de sus últimos pasos artísticos se somete a la mirada pública en la galería Can Texidó (Buscastell) el sábado día 10 a partir de las 20,30 horas y hasta el próximo día 28.
El título que Rosales ha dado al conjunto del variopinto muestrario es «Sil·lencis romputs, i alguna sangarinada». Título de resonancias líricas cuyo contenido explicó ayer así a este periódico: «Sigo con la serie de 'Silencis', de la que apenas presenté algo el año pasado. Son cuadros muy pausados en blancos y azules, con trazos un poco agresivos; todo muy mediterráneo, muy ibicenco. Lo de 'sangarinada', lo usamos aquí para decir que la sangre sale a borbotones, y lo pongo porque hay una serie que tiene el rojo de protagonista. También hay otra, 'Deserts ocupats', hecha con blancos y marrones y muchos elementos matéricos, mosquiteras, clavos, hierros enrollados... Y algunos cuadros de la serie que presenté el año pasado inspirada por las 'Variaciones Goldberg' de Bach», enumeró.
Una buena ocasión, pues, para degustar los plurales caminos creativos de Josep Rosales; y de paso hacer algo de turismo por la isla en estos días primaverales y festivos.
Julio Herranz