Hasta el próximo enero estará abierta al público en el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) y en su anexo de la ex iglesia de l'Hospitalet la exposición en la que se presentan las obras ganadoras, las menciones honoríficas y los trabajos seleccionados por el jurado de la Bienal Ibizagràfic 2004. La directora del MACE, Elena Ruiz, también comisaria del certamen, ofrece al lector su particular visión para sacarle el mayor jugo posible a unas piezas de artistas de todo el mundo, en las que las obras de corte tradicional (grabados, serigrafías, litografías...) conviven con las realizadas con nuevas tecnologías («net.art», software.art», vídeo-creación...); aunque éstas últimas son las que han sido más reconocidas por el jurado, formado Juan Carrete (director del Centro Conde Duque de Madrid), José Luis Martínez (técnico del Museo Universitario de Alicante), Víctor del Campo (presidente de la Fundación Temas de Arte) y Nilo Casares (crítico de arte).
El relato comienza por el centro de l'Hospitalet. «Aquí están las obras seleccionadas sobre papel, lo que entendemos en términos generales por grabados. Es una selección muy rigurosa que demuestra que las técnicas de estampación actualmente son muy especializadas y que no hay un sólo grabado que no tenga procedimientos mixtos: estampaciones, emulsiones fotográficas sobre piedra litográficas, muy sofisticados a nivel técnico; algo que destacaría para un espectador medio, no especialista», precisó la directora del MACE.
Tras la visita a este antiguo templo, remodelado por el arquitecto Elías Torres, puede pasarse al museo en sí, que también tiene obras sobre papel, pero menos. «Lo que al principio puede llamar la atención al visitante es que hay mucha pared blanca, algo a lo que no suele estar habituado el público, que espera encontrar muchos objetos; una idea que viene de los museos decimonónicos, que abarrotan los espacios. En contra de esa idea, los museos de arte contemporáneos suelen estar bastante más 'vacíos' (entre comillas). Lo que significa en este caso es que el concurso de Ibizagràfic trae consigo una selección que realiza el comisario y ratifica el jurado», recordó la comisaria.
Nuevas tecnologías
En el piso superior del edificio del MACE se encuentran dos
monitores de ordenador, cada uno con una pieza la del tercer y
segundo premio: «Economy», de Marcello Mercado, «dfm.e.p.», de los
hermanos Iván y Natalia Monroy. Esta última «es una obra con sonido
digital. El espectador se encuentra con una pantalla en blanco con
unas direcciones de calles de México DF; pinchando en ellas se abre
una pantalla negra en la que no se ve nada, sólo se oye el sonido
de lo que se ha grabado en la calle pinchada. Es una obra bastante
sorprendente que aporta una posibilidad de la expresión plástica
muy interesante a través de los usos de las nuevas tecnologías, la
captación de sonidos en lugar de imágenes».
La pieza de Marcello Mercado es una obra de «net.art». «Se trata de una obra direccionable, no envasable, fijada ya en la dirección del e-mail correspondiente. El espectador sólo tiene que mover el ratón en sentido vertical. Verá que el artista ha utilizado los recursos del software para crear una obra con intención artística, dialogando sobre la manera absurda de mirar los elementos del software a través de un planteamiento irónico. Es una página que no comunica nada, sino que anula los contenidos del software para crear una obra de arte en sí».
Completa la oferta del piso superior del MACE algunas obras fotográficas realizadas por gente muy joven que utiliza lenguajes muy contemporáneos relacionados con el cómic y la publicidad.
La última parte de la visita a la Bienal Ibizagràfic 2004 ocupa la parte baja del edificio del museo, donde hay cuatro obras en vídeo y algunos grabados más. «No tenemos ningún énfasis en resaltar las obras sobre soporte virtual frente a las de soporte analógico. Todas están situadas en la misma sala, porque lo que queremos es ir hacia la obra de arte en sí misma, independientemente del soporte que utiliza, sino por su calidad», precisó Elena Ruiz.