La ex-iglesia de l'Hospitalet acogerá a las 20,30 horas la inauguración de una exposición-instalación de Lorenzo Pepe titulada «Morfología experimental de una isla infinita», que estará abierta al público hasta mediado el mes de octubre. Consta de imágenes digitales de pequeños objetos naturales hallados en Formentera, donde el artista italiano reside desde hace ocho años; textos poéticos propios sobre el espacio, el tiempo y la naturaleza de la conciencia, en una especie de diálogo filosófico entre Occidente y Oriente; series de objetos naturales encontrados en la isla; fotografías digitales elaboradas con ordenador; libros de artista, y un mándala natural mediterráneo.
Con un discurso fluido y bien articulado, Pepe (apellido que, al parecer, es frecuente al sur de Italia) explicó ayer el sentido y el concepto de su singular obra. «Uso la isla como metáfora del mundo; concentro la mirada en un punto pequeño para ver así la totalidad. Es el resultado, hasta ahora (porque aún continúa), de una investigación que busca comunicar unas intuiciones, recreando un ambiente mágico apartado de la cotidianidad para que se produzca la comunicación, que es lo que realmente importa, por encima de los medios utilizados para ello».
Aunque gran parte de los elementos empleados son objetos naturales de la isla, en la instalación «hay una relación directa entre la naturaleza y la tecnología. Así, las imágenes son objetos escaneados directamente, no son fotografías de los objetos encontrados», opinión que desarrolla en un texto escrito para el dossier de la muestra: «Son reflejos, correspondencias, relaciones, diálogos entre nuestra psique y el mundo a través de objetos fetiche, vehículos y recordatorios de paquetes de datos. Elementos que desencadenan asociaciones mentales, pensamientos, imágenes, emociones sutiles y difícilmente descriptibles».