El Espai Cultural sa Punta des Molí de Sant Antoni acogerá a partir de las 20,00 horas la inauguración de una exposición de Josep Vallribera y Jean Willi titulada «Dos Factors», que estará abierta al público hasta el 5 de octubre. «No es la primera vez que exponemos juntos; ya lo hicimos en 1984 en compañía también de Will Faber», apuntó ayer a este periódico el pintor y escritor Suizo Jean Willi, residente en Eivissa desde 1973.
Para la ocasión, Willi presenta «una veintena de pintura improvisada, que trabajo con óleo como si fuera acuarela, muy rápido». Obras que son mostradas juntas pero no revueltas con las de Josep Vallribera. «Cada uno tiene un espacio separado. Las obras funcionan bien juntas, sobre todo porque no tienen nada que ver la una con la otra», matizó Jean Willi. Opinión que completó su compañero de exposición y amigo: «Funcionan bien también porque ambos tenemos una base reflexiva y literaria».
Wallribera explicó que el título de la muestra («Dos factors») «es porque dos personas diferentes presentamos cosas diferentes. Pero si no nos hubiéramos comprendido entre nosotros, no se habría hecho. Es curioso, lo que escribe es más cercano a lo que hago que lo que pinta», resaltó.
También hay otro «puente» en esta conexión entre ambos artistas: Jean Willi tuvo una casa en la Pobla de Benifassar, donde vive Vallribera (en la casa que antes vivió Zush) y está enterrado Ivan Spence (galerista de referencia en Eivissa). «Es una conexión simpática con la isla que ha mantenido latente el contacto», apuntó el polifacético artista catalán, quien presenta en Sant Antoni «cinco telas y unos dibujos literarios narrativos».
Josep Vallribera tiene relación con Eivissa desde los 14 años. Su trayectoria creativa en la isla incluye su Galería Gráfica (mientras se dedicaba a la fotografía y la pintura), a principios de los 60, y más tarde la Galería Vallribera. En 1973 abandona la isla para desarrollar su carrera con proyección europea.
Jean Willi comenzó con una obra gráfica de tendencia pop, pasando más tarde al grabado y al texto con palabras. En 1989, en su exposición «Polos» une todas estas facetas. Su obra se caracteriza por una introspección continua sobre el fondo y la forma.