Durante esta semana, el auditorio de Cas Serres acoge un curso de interpretación de la reconocida actriz y profesora argentina Elvira Vicario. Organizado por el Grup Amateur de Teatre (GAT) en el trigésimo aniversario de su creación, y subvencionado por el Ayuntamiento de Eivissa, el título del curso es «En la búsqueda de una verdad escénica»
-El título parece más de filosofía que de teatro, ¿no?
-Es que esa es la filosofía de mi trabajo. En general se cree que actuar es mentir bien, y para mí y para muchos maestros contemporáneos, es todo lo opuesto. Para eso hace falta un entrenamiento del actor, con el fin de que la historia a contar no sufra ningún tipo de distorsión al llegar al público.
-¿Cuál es el secreto o la fórmula para ser un buen actor?
-No hay recetas, y los métodos pueden ser buenos en la medida que le sirvan al actor. No hay otro secreto que el trabajo, algo que no resulta fácil que entienda la gente, que suele creer que es sólo memorizar un texto, decir bien, lucirse en un escenario. Pero es más que eso. El actor debe transmitir verdades con las cuales el espectador se identifique.
-¿Se ha de comprometer el teatro con la vida y el tiempo histórico concreto?
-El teatro tiene como función dar en la clave de la necesidad de la gente, de manera que el espectador no salga de la sala como llegó. Y que los temas, aparte de ser tratados con calidad artística que tiene que ver con lo de decir la verdad, sean asuntos que les preocupe; y si el espectador no encuentra una respuesta, al menos que plantee preguntas.
-¿ A qué cree que se debe el interés que hay ahora en España por el cine argentino en general y por los actores de allá?
-Porque ha habido como un destape de nuestra producción cinematográfica; lo que ha facilitado la difusión en España del trabajo del actor argentino. Se han abierto canales que han permitido que se conozca también mucho mejor nuestra realidad escénica.
-¿Sigue la crisis económica y social en su
país?
-Estamos pasando un tiempo en que la cultura en general no está
viviendo su mejor momento, en cuanto a reconocimiento estatal,
digamos, del arte como medio de vida. Y como el artista argentino
está muy preparado y es muy talentoso (creo que tanto como los
españoles), ha encontrado acá un espacio de desarrollo muy
apropiado a sus necesidades. En España el actor argentino ha
encontrado mucha comprensión en cuanto a su trabajo, que está
siendo muy bien valorado.